miércoles, 8 de julio de 2009
Cerrado por traslado
Podéis seguir despotricando contra mí en los comentarios de las entradas de un nuevo blog.
jueves, 2 de julio de 2009
Postdata
Como no podía ser de otro modo, he tenido problemas varios durante el día de hoy. El más importante, las dos horas y media de retraso con las que ha salido mi vuelo, debido a que Berlín estaba rodeado de tormentas. Yo no sé para qué me molesto en programar un post...
miércoles, 1 de julio de 2009
Esto se acaba
Cuando esta entrada salga publicada, no seré becaria ni estaré en Berlín. He dejado el post programado para que se publique automáticamente a la hora de salida de mi vuelo, dejando Berlín y este blog al mismo tiempo.
Gracias a todos los que me habéis seguido, me habéis cuidado desde lejos, me habéis apoyado con vuestros comentarios o me habéis leído en silencio sin comentar. Este blog es más vuestro que mío y espero que hayáis disfrutado de esta experiencia tanto como yo.
Me gustaría que esto no se acabara nunca, quedarme en esta ciudad que he sentido como mía desde el primer momento, pero, por circunstancias que no vienen al caso, tengo que marcharme. Voy a echar esto de menos, porque aquí me he sentido realmente en casa.
Sé que algún día volveré. Al menos, sé que haré todo lo posible por conseguirlo. Los que me conocéis bien sabéis que, cuando algo se me mete en la cabeza, no se me pone nada por delante.
No sé cuánto tiempo tendrán que esperar por mí Kreuzberg (aunque haya vivido casi todo este tiempo en Prenzlauer Berg), el Flohmarkt de los domingos, el Spree, las bombas de agua y todos los parques en los que me he descalzado. Sólo espero que no se me haga muy largo.
Auf wiedersehen Berlin!
Gracias a todos los que me habéis seguido, me habéis cuidado desde lejos, me habéis apoyado con vuestros comentarios o me habéis leído en silencio sin comentar. Este blog es más vuestro que mío y espero que hayáis disfrutado de esta experiencia tanto como yo.
Me gustaría que esto no se acabara nunca, quedarme en esta ciudad que he sentido como mía desde el primer momento, pero, por circunstancias que no vienen al caso, tengo que marcharme. Voy a echar esto de menos, porque aquí me he sentido realmente en casa.
Sé que algún día volveré. Al menos, sé que haré todo lo posible por conseguirlo. Los que me conocéis bien sabéis que, cuando algo se me mete en la cabeza, no se me pone nada por delante.
No sé cuánto tiempo tendrán que esperar por mí Kreuzberg (aunque haya vivido casi todo este tiempo en Prenzlauer Berg), el Flohmarkt de los domingos, el Spree, las bombas de agua y todos los parques en los que me he descalzado. Sólo espero que no se me haga muy largo.
Auf wiedersehen Berlin!
jueves, 25 de junio de 2009
Briconsejos: cómo disimular un desconchón
Paso 1: buscar pintura
1.1. Busca la pintura por ti mismo. Lo lógico sería mirar en el Lidl, que tienen de todo, y en las droguerías más próximas. Bueno, pues en las droguerías más próximas nada de nada y en el Lidl no tienen de todo.
1.2. Pregunta a tus amigos.
Yo - ¿Sabéis dónde puedo comprar pintura?
Amigo 1 - En la droguería
Amigo 2 - En el supermercado
Yo - No, ahí ya he mirado
Amigo 1 - ¿Para qué quieres pintura?
Yo - Porque he hecho un desconchón en la pared
Chaval yanki que no se entera de nada porque hablamos sobre la pintura en español - ¿Qué pasa?
Yo (ahora en inglés) - Necesito pintura porque rompí la pared [¿alguien sabe decir "desconchón" en inglés?]
El yanki le pregunta algo al Amigo 2 (el mismo de los 500€, he respetado los números del otro post). Oigo la palabra "heroine" y lo siguiente que me dice el Amigo 2 es "le he dicho que te estás quitando de la heroína y por eso rompiste la pared". Le sigo el rollo, por lo que, a partir de ahora, soy heroinómana.
1.3. Aplica la lógica. Al final he localizado una tienda de bricolaje en la que vendían rodillos, pinceles y barnices. La pintura tiene que andar cerca.
Paso 2: comprar el material
La broma me ha salido por 8,45€. Eso sí, pintura acrílica, que paso de comprar disolvente y de que la habitación me huela a rayos durante varios días. Al final he comprado el color "blanco puro", con la esperanza de que la pared también sea de ese color.
Paso 3: buscar algo para abrir el bote de pintura
Una vez abierta la pintura, me doy cuenta de que es un suicidio subir la escalera con el bote abierto en la mano.
Paso 4: subir el material
Y volver a bajar a por la llave con la que he abierto la pintura, porque me la he dejado abajo.
Paso 5: tapar el desconchón
Y confiar en que no se note demasiado allá tan arriba.
1.1. Busca la pintura por ti mismo. Lo lógico sería mirar en el Lidl, que tienen de todo, y en las droguerías más próximas. Bueno, pues en las droguerías más próximas nada de nada y en el Lidl no tienen de todo.
1.2. Pregunta a tus amigos.
Yo - ¿Sabéis dónde puedo comprar pintura?
Amigo 1 - En la droguería
Amigo 2 - En el supermercado
Yo - No, ahí ya he mirado
Amigo 1 - ¿Para qué quieres pintura?
Yo - Porque he hecho un desconchón en la pared
Chaval yanki que no se entera de nada porque hablamos sobre la pintura en español - ¿Qué pasa?
Yo (ahora en inglés) - Necesito pintura porque rompí la pared [¿alguien sabe decir "desconchón" en inglés?]
El yanki le pregunta algo al Amigo 2 (el mismo de los 500€, he respetado los números del otro post). Oigo la palabra "heroine" y lo siguiente que me dice el Amigo 2 es "le he dicho que te estás quitando de la heroína y por eso rompiste la pared". Le sigo el rollo, por lo que, a partir de ahora, soy heroinómana.
1.3. Aplica la lógica. Al final he localizado una tienda de bricolaje en la que vendían rodillos, pinceles y barnices. La pintura tiene que andar cerca.
Paso 2: comprar el material
La broma me ha salido por 8,45€. Eso sí, pintura acrílica, que paso de comprar disolvente y de que la habitación me huela a rayos durante varios días. Al final he comprado el color "blanco puro", con la esperanza de que la pared también sea de ese color.
Paso 3: buscar algo para abrir el bote de pintura
Una vez abierta la pintura, me doy cuenta de que es un suicidio subir la escalera con el bote abierto en la mano.
Paso 4: subir el material
Y volver a bajar a por la llave con la que he abierto la pintura, porque me la he dejado abajo.
Paso 5: tapar el desconchón
Y confiar en que no se note demasiado allá tan arriba.
martes, 23 de junio de 2009
Da gusto cuando todo sale bien
Este finde me ha salido redondo: he suspendido alemán, he perdido uno de los trabajos que había encontrado (el otro lo perdí el martes pasado), mi vuelo ha salido de Barajas con seis horas y media de retraso y, al volver a casa, me encuentro que Frida (la planta) se ha largado. Menos mal que no he facturado, que lo mismo mi maleta termina en Lesotho.
Creo que debería echar una primitiva, que me noto en racha.
Creo que debería echar una primitiva, que me noto en racha.
jueves, 18 de junio de 2009
Qué divertido es viajar
Berlín me ha cambiado pero tampoco demasiado. Sí, es cierto, últimamente me siento algo menos borde, con menos complejos (o más impertinente, según se mire) y me caen bien los perros, hasta he jugado con algunos y les he dejado que me chupen la mano. Pero hay cosas que siguen igual. Por ejemplo, sigo sin soportar a los niños. Y da igual de que nacionalidad sean, que no hay manera.
En el vuelo de hoy, sin ir más lejos, me han entrado unas ganas terribles de pedirle permiso al sobrecargo para abrir la puerta de emergencia y lanzar por ella a un crío rubito británico. No es porque fuera británico o rubito, sino porque me lo han colocado detrás en el avión y me ha venido dando tooooooodo el trayecto Berlín-Madrid (1.866km, 2 horas y 55 minutos).
La criatura ya tiene una edad, que yo lo he visto tirando de una mini-maleta con ruedas en la puerta de embarque. Niño, si puedes llevar tu propia maleta, puedes estar tranquilito durante un vuelo y dejarme vivir durante tres horas. Yo no sé por qué sus padres pensaron que no tenían suficiente con tres hijos, se podrían haber ahorrado el cuarto.
Para un futuro: si en algún momento de mi vida tengo que hacer un vuelo de 3 horas o más, recordadme que lleve tapones para los oídos. O, al menos, que recargue la batería del iPod antes de salir de casa.
En el vuelo de hoy, sin ir más lejos, me han entrado unas ganas terribles de pedirle permiso al sobrecargo para abrir la puerta de emergencia y lanzar por ella a un crío rubito británico. No es porque fuera británico o rubito, sino porque me lo han colocado detrás en el avión y me ha venido dando tooooooodo el trayecto Berlín-Madrid (1.866km, 2 horas y 55 minutos).
La criatura ya tiene una edad, que yo lo he visto tirando de una mini-maleta con ruedas en la puerta de embarque. Niño, si puedes llevar tu propia maleta, puedes estar tranquilito durante un vuelo y dejarme vivir durante tres horas. Yo no sé por qué sus padres pensaron que no tenían suficiente con tres hijos, se podrían haber ahorrado el cuarto.
Para un futuro: si en algún momento de mi vida tengo que hacer un vuelo de 3 horas o más, recordadme que lleve tapones para los oídos. O, al menos, que recargue la batería del iPod antes de salir de casa.
miércoles, 17 de junio de 2009
De exámenes
No puede ser que en un año haya perdido la costumbre de estudiar y hacer exámenes. Qué rápido se estropean las mentes, madre mía. Espero que con los exámenes de la EOI se cumpla la profecía de los exámenes de la DGT: un día o dos antes de presentarse al examen y aprobar, todo el mundo hace un test de prueba desatroso. ¿Será cierto o me saldrá igual de mal y tendré que ir a septiembre?
Aviso: no se admiten comentarios condescendientes.
Aviso: no se admiten comentarios condescendientes.
martes, 16 de junio de 2009
Hagas lo hagas, ponte bragas
Porque las bragas son muy importantes. Tanto, que la mujer de mi jefe, aprovechando que les quedan dos semanas de tener becaria en casa, ha decidido hacer un estupendo y maravilloso libro con dibujos de bragas.
Cuando me contaron que esta mujer era pintora, pensé que se dedicaba a los cuadros raros. Ya sabéis esos llenos de rayajos y colorines que cuestan 10€ (con marco) en el Ikea y un pastizal en las galerías de arte. Pero no, resulta que ha decidido hacer una serie de dibujos de bragas, juntarla con fotos antiguas (seguramente compradas en el rastro de los domingos) y meter todo eso en un libro. Pues bienvenido sea, siempre es mejor que escanear avioncitos.
Pues eso, que al final me he tirado todo el día retocando bragas con el Photoshop. Es una tarea muy divertida que le recomiendo a cualquiera que tenga un rato libre. Me lo he pasado tan bien, que no podía dejar de compartir esta experiencia con vosotros.
Y ahora es cuando todos os cagáis en mi padre por teneros todo el día con la intriga y por haceros pensar que era una historia interesante. Siempre podéis releer el post de los rusos.
Cuando me contaron que esta mujer era pintora, pensé que se dedicaba a los cuadros raros. Ya sabéis esos llenos de rayajos y colorines que cuestan 10€ (con marco) en el Ikea y un pastizal en las galerías de arte. Pero no, resulta que ha decidido hacer una serie de dibujos de bragas, juntarla con fotos antiguas (seguramente compradas en el rastro de los domingos) y meter todo eso en un libro. Pues bienvenido sea, siempre es mejor que escanear avioncitos.
Pues eso, que al final me he tirado todo el día retocando bragas con el Photoshop. Es una tarea muy divertida que le recomiendo a cualquiera que tenga un rato libre. Me lo he pasado tan bien, que no podía dejar de compartir esta experiencia con vosotros.
Y ahora es cuando todos os cagáis en mi padre por teneros todo el día con la intriga y por haceros pensar que era una historia interesante. Siempre podéis releer el post de los rusos.
domingo, 14 de junio de 2009
Russendisko
Parte 1: discusión cultural
Dos y media de la tarde, cine en Kastanienallee. Antes de que empiece la peli ("El cielo sobre Berlín"), hablo sobre el plan de la noche con dos amigos españoles.
Amigo 1 - Está noche vamos al Kaffee Burger
Amigo 2 (coge una revista y busca el programa) - Está noche hay Russendisko, con Kaminer y Gurzhy
Yo - ¿Kaminer? ¿Wladimir Kaminer?
Los dos amigos flipan.
Yo (modo Lauripedia on) - Es un escritor ruso que vive en Berlín y tiene un libro que se llama precisamente Russendisko
Amigo 2 - Lo mismo en sus ratos libres es DJ
Yo (modo Lauripedia off) - Pues lo mismo
Efectivamente, busqué al señor en Google y los sábados pincha música rusa en el Kaffee Burger.
Parte 2: making friends (rusos)
Me dispongo a subir las escaleras de salida del metro, cuando alguien me para.
- Disculpa
- ¿Sí?
El chaval saca un papel con un croquis de tres calles y una parada de metro de Berlín
- ¿Sabes cómo se llega a esta dirección?
- Un momento...
- Se llama Burger...
- ¡Kaffee Burger!
- ¡Sí! ¿Lo conoces?
- Voy al Kaffe Burger
- Hoy hay Russendisko ¿hablas ruso?
- No [nota mental: aprender ruso]
Da la casualidad de que no tengo ni #∂¢ idea de cómo se va. Como soy una mujer de recursos, saco mi callejero de Berlín y busco la dirección que le habían dado al chavalín ruso en el croquis.
- ¡Gracias! ¿Esperas a alguien o vienes ya?
- Tengo que esperar a mis amigos, lo siento
- Vale. ¡Muchas gracias! ¡Adiós!
- De nada. ¡Adiós!
Parte 3: la música rusa, la música española y el ska
Por sorprendente que parezca, la música rusa se parece (y mucho) al ska. Lo bueno es que no hace falta saber bailar, con saltar y dar palmas de vez en cuando vas que te matas. Así pasa, que esta noche he dormido como un angelito.
Aparte del notable parecido con el ska, los tres españoles que fuimos al cine por la mañana pudimos encontrar parentesco con varias canciones españolas. Entre ellas, Veo veo, La cabra y Bares, qué lugares (y NO estábamos borrachos). Encontrar la similitud fue fácil y divertido. Lo complicado fue explicarles a la rusa, el yanki y la holandesa que venían con nosotros de qué nos reíamos.
Parte 4: "la dictadura de la figa"
La holandesa y la rusa ligaron, así que me quedé con los dos españolitos y el yanki. Y, hablando de todo un poco (concretamente, de lo bien que les había salido la noche a las otras dos chicas), salió la teoría (made in Italy) arriba mencionada. Se puede resumir en algo así como que las tías decidimos una noche de juerga si queremos pillar cacho o no y que en Italia son las mujeres las que mandan en las familias, en las casas y en las parejas. Eh, que eso no lo dije yo, fue uno de los españoles.
Amigo 2 - Te apuesto 500€ a que, si quieres, follas esta noche
Yo - Los 500€ me vendrían de puta madre pero no te voy a aceptar la apuesta. A ver, es una cuestión de estadística: ¿cuántos tíos puede haber aquí? No creo que todos me dijeran que no.
El debate sobre estadística y rechazo continúa durante un par de minutos más, sin llegar a ninguna conclusión nueva. Volvemos un rato a bailar (saltar) más música rusa y al rato decidimos largarnos a casa, así que voy al ropero a recuperar mi cazadora.
Chico ruso monísimo - Hallo!
Yo - Hallo! [nota mental: aprender ruso]
Lamentablemente, el chaval acababa de llegar al bar. El amigo dejando la cazadora en el ropero y la cerveza intacta le delataron. Y yo tampoco tenía el cuerpo para más juerga en ese momento. Intercambiamos un par de palabras más en alemán (entre ellas "por favor", "gracias" y "adiós") y me largué pensando en mi camita y mi pijama.
Una vez fuera, ya de día (cosas del horario continental, tampoco era tan tarde), me reencuentro con los dos españoles y el yanki, que me estaban esperando en la puerta.
Yo - Creo que acabo de perder la oportunidad de entrarle a un ruso
Amigo 2 - Me debes 500€
Dos y media de la tarde, cine en Kastanienallee. Antes de que empiece la peli ("El cielo sobre Berlín"), hablo sobre el plan de la noche con dos amigos españoles.
Amigo 1 - Está noche vamos al Kaffee Burger
Amigo 2 (coge una revista y busca el programa) - Está noche hay Russendisko, con Kaminer y Gurzhy
Yo - ¿Kaminer? ¿Wladimir Kaminer?
Los dos amigos flipan.
Yo (modo Lauripedia on) - Es un escritor ruso que vive en Berlín y tiene un libro que se llama precisamente Russendisko
Amigo 2 - Lo mismo en sus ratos libres es DJ
Yo (modo Lauripedia off) - Pues lo mismo
Efectivamente, busqué al señor en Google y los sábados pincha música rusa en el Kaffee Burger.
Parte 2: making friends (rusos)
Me dispongo a subir las escaleras de salida del metro, cuando alguien me para.
- Disculpa
- ¿Sí?
El chaval saca un papel con un croquis de tres calles y una parada de metro de Berlín
- ¿Sabes cómo se llega a esta dirección?
- Un momento...
- Se llama Burger...
- ¡Kaffee Burger!
- ¡Sí! ¿Lo conoces?
- Voy al Kaffe Burger
- Hoy hay Russendisko ¿hablas ruso?
- No [nota mental: aprender ruso]
Da la casualidad de que no tengo ni #∂¢ idea de cómo se va. Como soy una mujer de recursos, saco mi callejero de Berlín y busco la dirección que le habían dado al chavalín ruso en el croquis.
- ¡Gracias! ¿Esperas a alguien o vienes ya?
- Tengo que esperar a mis amigos, lo siento
- Vale. ¡Muchas gracias! ¡Adiós!
- De nada. ¡Adiós!
Parte 3: la música rusa, la música española y el ska
Por sorprendente que parezca, la música rusa se parece (y mucho) al ska. Lo bueno es que no hace falta saber bailar, con saltar y dar palmas de vez en cuando vas que te matas. Así pasa, que esta noche he dormido como un angelito.
Aparte del notable parecido con el ska, los tres españoles que fuimos al cine por la mañana pudimos encontrar parentesco con varias canciones españolas. Entre ellas, Veo veo, La cabra y Bares, qué lugares (y NO estábamos borrachos). Encontrar la similitud fue fácil y divertido. Lo complicado fue explicarles a la rusa, el yanki y la holandesa que venían con nosotros de qué nos reíamos.
Parte 4: "la dictadura de la figa"
La holandesa y la rusa ligaron, así que me quedé con los dos españolitos y el yanki. Y, hablando de todo un poco (concretamente, de lo bien que les había salido la noche a las otras dos chicas), salió la teoría (made in Italy) arriba mencionada. Se puede resumir en algo así como que las tías decidimos una noche de juerga si queremos pillar cacho o no y que en Italia son las mujeres las que mandan en las familias, en las casas y en las parejas. Eh, que eso no lo dije yo, fue uno de los españoles.
Amigo 2 - Te apuesto 500€ a que, si quieres, follas esta noche
Yo - Los 500€ me vendrían de puta madre pero no te voy a aceptar la apuesta. A ver, es una cuestión de estadística: ¿cuántos tíos puede haber aquí? No creo que todos me dijeran que no.
El debate sobre estadística y rechazo continúa durante un par de minutos más, sin llegar a ninguna conclusión nueva. Volvemos un rato a bailar (saltar) más música rusa y al rato decidimos largarnos a casa, así que voy al ropero a recuperar mi cazadora.
Chico ruso monísimo - Hallo!
Yo - Hallo! [nota mental: aprender ruso]
Lamentablemente, el chaval acababa de llegar al bar. El amigo dejando la cazadora en el ropero y la cerveza intacta le delataron. Y yo tampoco tenía el cuerpo para más juerga en ese momento. Intercambiamos un par de palabras más en alemán (entre ellas "por favor", "gracias" y "adiós") y me largué pensando en mi camita y mi pijama.
Una vez fuera, ya de día (cosas del horario continental, tampoco era tan tarde), me reencuentro con los dos españoles y el yanki, que me estaban esperando en la puerta.
Yo - Creo que acabo de perder la oportunidad de entrarle a un ruso
Amigo 2 - Me debes 500€
viernes, 12 de junio de 2009
Dos meses
Sin darme cuenta, ayer hice dos meses en Berlín. Tengo excusa: estoy liada con los ya mencionados exámenes de alemán y tengo que estudiar muuuuucho más de lo que creía en un principio. Bueno, como dicen por ahí, "impossible is nothing". Vamos, que si un argentino con problemas de crecimiento ha llegado al Barça yo puedo aprobar la escuela de idiomas.
Y ahora, al igual que en el post del mes pasado, vamos a hacer balance:
- He visitado la East Side Gallery (la parte conocida del muro). Conocía el que está al lado del Ministerio de Hacienda, que es feo y sin pintadas, pero no es lo mismo.
- Por fin encontré un compañero de tandem normal. El chaval se está pegando la vida padre (lleva tres viajes desde que me lo asignaron) y esta mañana me ha mandado un mensajillo a Facebook diciéndome que en España estáis a 37 grados (unos tanto y otros tan poco).
- Un señor italiano reclamó mi paternidad durante una barbacoa, con una notable falta de éito.
- He ido con abrigo varios días en pleno mes de junio... y sigo preguntándome cómo puede ser que en abril hiciera más calor que ahora.
- Ya sé qué edad tiene mi hermanito alemán negro con rastas.
- He sobrevivido a dos conferencias en alemán sobre poesía conceptual.
- Repetí el tour por Berlín que hice el primer mes, esta vez con compañía (éramos 4).
- Nada más terminar el tour arriba mencionado, vi lo que es la lluvia cuando cae en serio. Tan en serio, que tardamos tres horas llegar a un sitio que estaba a 10 minutos.
- Sé dónde venden los mejores cereales del mundo. Sólo diré que son de galleta de chocolate... rellenos de chocolate.
- He hecho cosas que negaré el resto de mi vida. Concretamente, haber animado al Barça durante la final de la Liga de Campeones y haber programado páginas web que violan todos y cada uno de los principios básicos del diseño.
Hale, este ha sido mi segundo mes. Espero que lo hayáis disfrutado.
Y ahora, al igual que en el post del mes pasado, vamos a hacer balance:
- He visitado la East Side Gallery (la parte conocida del muro). Conocía el que está al lado del Ministerio de Hacienda, que es feo y sin pintadas, pero no es lo mismo.
- Por fin encontré un compañero de tandem normal. El chaval se está pegando la vida padre (lleva tres viajes desde que me lo asignaron) y esta mañana me ha mandado un mensajillo a Facebook diciéndome que en España estáis a 37 grados (unos tanto y otros tan poco).
- Un señor italiano reclamó mi paternidad durante una barbacoa, con una notable falta de éito.
- He ido con abrigo varios días en pleno mes de junio... y sigo preguntándome cómo puede ser que en abril hiciera más calor que ahora.
- Ya sé qué edad tiene mi hermanito alemán negro con rastas.
- He sobrevivido a dos conferencias en alemán sobre poesía conceptual.
- Repetí el tour por Berlín que hice el primer mes, esta vez con compañía (éramos 4).
- Nada más terminar el tour arriba mencionado, vi lo que es la lluvia cuando cae en serio. Tan en serio, que tardamos tres horas llegar a un sitio que estaba a 10 minutos.
- Sé dónde venden los mejores cereales del mundo. Sólo diré que son de galleta de chocolate... rellenos de chocolate.
- He hecho cosas que negaré el resto de mi vida. Concretamente, haber animado al Barça durante la final de la Liga de Campeones y haber programado páginas web que violan todos y cada uno de los principios básicos del diseño.
Hale, este ha sido mi segundo mes. Espero que lo hayáis disfrutado.
jueves, 11 de junio de 2009
Hay que tener vecinos majos
Casa de una familia alemana en Berlín un jueves por la tarde. Llaman al timbre. El padre deja de jugar con el niño y abre la puerta. En el descansillo, hay una chica morena con gafas. Lleva unos vaqueros desgastados, unas deportivas de tela, una cazadora negra y una mochila. La chica saluda al hombre con un tono agradable y un marcado acento español.
- ¡Hola!
- Hola
El hombre se extraña. Más aún cuando la chica saca una cartulina azul.
- Disculpe, ¿tiene un paquete para mí?
El hombre comienza a comprender lo que ocurre y se ríe. La chica se da cuenta y responde con una sonrisa.
- Sí, desde hace tiempo
- Sí, lo sé. Es una larga historia. ¡Muchas gracias! Adiós
- De nada. Adiós
Pues la larga historia se puede resumir en que las señoras funcionarias de Correos no han sido capaces de explicarme que lo que el puñetero papelito azul quería decir es que hace DOS SEMANAS que el paquete que recibí está en casa de mi vecino. Menos mal que el señor ha sido simpático y no lo ha tirado por la ventana.
Ahora sólo falta saber qué ocurrió con el paquete de mi madre. Ya sabéis, aquel que retuvieron en la aduana durante una semana y que, se supone, lleva varios días en Alemania.
- ¡Hola!
- Hola
El hombre se extraña. Más aún cuando la chica saca una cartulina azul.
- Disculpe, ¿tiene un paquete para mí?
El hombre comienza a comprender lo que ocurre y se ríe. La chica se da cuenta y responde con una sonrisa.
- Sí, desde hace tiempo
- Sí, lo sé. Es una larga historia. ¡Muchas gracias! Adiós
- De nada. Adiós
Pues la larga historia se puede resumir en que las señoras funcionarias de Correos no han sido capaces de explicarme que lo que el puñetero papelito azul quería decir es que hace DOS SEMANAS que el paquete que recibí está en casa de mi vecino. Menos mal que el señor ha sido simpático y no lo ha tirado por la ventana.
Ahora sólo falta saber qué ocurrió con el paquete de mi madre. Ya sabéis, aquel que retuvieron en la aduana durante una semana y que, se supone, lleva varios días en Alemania.
miércoles, 10 de junio de 2009
Examen de alemán, certificado de aptitud
Como ya sabrán algunos (concretamente, los que se hayan enfrentado alguna vez a un examen de la Escuela Oficial de Idiomas), los exámenes oficiales constan de cuatro partes. Y mi examen de alemán no iba a ser menos. Me queda algo así como una semana para prepararme y juro y perjuro que estoy haciendo todo lo que está en mi mano para aprobar los #∂¥¬ exámenes de alemán.
Parte 1: comprensión lectora
Esto lo llevo bien. Me compré un libro nada más llegar, leo todos los avisos del transporte público (nunca se sabe) y, en el trabajo, llevo maquetadas y revisadas 370 páginas de un libro en alemán escrito por un tal Max Stirner (de profesión anarquista).
Parte 2: comprensión auditiva
Jefe - Voy a un seminario en la universidad, ¿quieres venir?
Yo - ¿De qué va?
Jefe - Poesía conceptual
(me cago en la #∂¢)
Yo - Vale
Parte 3: expresión escrita
Tres palabras: Facebook, Tuenti y Gmail
Parte 4: expresión oral
Creo que con la discusión que tuve el lunes por la tarde con una señora de Correos tengo suficiente para unos días. Tampoco se me dio muy bien, porque la señora se empeñaba en desentenderse de todos mis problemas postales, colgándole el muerto al remitente.
¿Cómo lo véis? Mejor me pongo a estudiar, que falta que me hace.
Parte 1: comprensión lectora
Esto lo llevo bien. Me compré un libro nada más llegar, leo todos los avisos del transporte público (nunca se sabe) y, en el trabajo, llevo maquetadas y revisadas 370 páginas de un libro en alemán escrito por un tal Max Stirner (de profesión anarquista).
Parte 2: comprensión auditiva
Jefe - Voy a un seminario en la universidad, ¿quieres venir?
Yo - ¿De qué va?
Jefe - Poesía conceptual
(me cago en la #∂¢)
Yo - Vale
Parte 3: expresión escrita
Tres palabras: Facebook, Tuenti y Gmail
Parte 4: expresión oral
Creo que con la discusión que tuve el lunes por la tarde con una señora de Correos tengo suficiente para unos días. Tampoco se me dio muy bien, porque la señora se empeñaba en desentenderse de todos mis problemas postales, colgándole el muerto al remitente.
¿Cómo lo véis? Mejor me pongo a estudiar, que falta que me hace.
sábado, 6 de junio de 2009
¡Correo! (vol. V)
Está visto que a mí me tiene que pasar de todo. Hace más de una semana que mi madre mandó un paquete por correo con cosas varias que le pedí. Se supone que el correo tarda 4 o como mucho 5 días en llegar de Fuenlabrada a Berlín, así que ya estaba empezando a cundir el pánico en casa de mis padres (y yo ya me estaba cagando en todo el funcionariado postal y sus ancestros por perder mi chaqueta favorita).
El caso es que mi madre, ya hasta las narices de preguntarme si el paquete había llegado a su destino en Berlín, fue a correos a ver qué ocurría. Nada más volver a casa, me mandó este mensajito tan alegre:
¿Retenido en aduana? ¡Pero esta mujer qué me ha mandado!
Da igual, porque las cartas siguen llegando. Esta vez, de Mamen (la postal de Madrid, a la izquierda) y Mr. Blogger (el dibujo del hipopótamo), respectivamente. Llegaron la semana pasada pero es que no había pasado las fotos aún.
El caso es que mi madre, ya hasta las narices de preguntarme si el paquete había llegado a su destino en Berlín, fue a correos a ver qué ocurría. Nada más volver a casa, me mandó este mensajito tan alegre:
"Hola Laura vengo de preguntar por tu paquete y me han dicho
q esta en proceso de entrega, Q ha estado retenido en aduana"
q esta en proceso de entrega, Q ha estado retenido en aduana"
¿Retenido en aduana? ¡Pero esta mujer qué me ha mandado!
Da igual, porque las cartas siguen llegando. Esta vez, de Mamen (la postal de Madrid, a la izquierda) y Mr. Blogger (el dibujo del hipopótamo), respectivamente. Llegaron la semana pasada pero es que no había pasado las fotos aún.
viernes, 5 de junio de 2009
No me lo puedo creer
Sé que últimamente estoy muy pesada con el clima. Pero mi mente criada en España no es capaz de asimilar que un 5 de junio pueda haber 8º en el hemisferio norte. Lo siento pero no me lo creo.
Que alguien revise los termómetros de Berlín, que yo creo que se les ha roto algo.
Que alguien revise los termómetros de Berlín, que yo creo que se les ha roto algo.
miércoles, 3 de junio de 2009
No me he caído por la escalera
Lo digo por si alguien ya estaba haciendo predicciones sobre qué me puede haber pasado. Calma, que lo único que ocurre que no he tenido tiempo. Os pongo un poco al día y os quedáis ya todos tranquilitos (menos los que pensaban que me había caído por la escalera, que se habrán llevado una decepción).
Pues resulta que el lunes fue festivo en Alemania (que nadie se me queje, que me pongo a echar cuentas de los festivos que habéis tenido en Madrid), así que he tenido un fin de semana muuuuy largo. Me ha pasado de todo: desde empaparme las zapatillas y terminar llevando unos ejecutivos de chico hasta las seis de la mañana que llegué a casa hasta que un señor italiano reclamara mi paternidad. Mejor cuento lo del señor italiano, que es más corto y más chocante (aunque no acostumbro a llevar ejecutivos prestados todos los días).
Aprovechando el festivo y que la lluvia nos dio una tregua (hoy ha vuelto y mañana seguirá), los becarios españolitos decidimos hacer una pequeña barbacoa en el canal del Spree. Al lado teníamos unos señores dedicados a sus tareas (véase cantar, debatir temas trascendentales y fumar porros). La lluvia apareció después de la sobremesa durante unos minutos y nos metimos todos debajo de un árbol, incluidos los señores de los porros y una señora que recogía botellas porque decía que así conocía gente.
Allí estábamos todos, hablando del lugar de procedencia de cada uno y de lo multicultural que es Berlín, cuando un señor con acento italiano (pero que hablaba español de puta madre) me dijo "¿eres española?", lo que desató la siguiente conversación:
- Sí
- Yo te conozco
- Esto... creo que no
- ¿Tu madre se llama Mercedes?
- No
- Ah, entonces no eres mi hija
WTF!
Por cierto, mi plantita se encucuentra estable tras caer desde un tercer piso, aunque ha perdido algunas flores y un par de tallos.
Pues resulta que el lunes fue festivo en Alemania (que nadie se me queje, que me pongo a echar cuentas de los festivos que habéis tenido en Madrid), así que he tenido un fin de semana muuuuy largo. Me ha pasado de todo: desde empaparme las zapatillas y terminar llevando unos ejecutivos de chico hasta las seis de la mañana que llegué a casa hasta que un señor italiano reclamara mi paternidad. Mejor cuento lo del señor italiano, que es más corto y más chocante (aunque no acostumbro a llevar ejecutivos prestados todos los días).
Aprovechando el festivo y que la lluvia nos dio una tregua (hoy ha vuelto y mañana seguirá), los becarios españolitos decidimos hacer una pequeña barbacoa en el canal del Spree. Al lado teníamos unos señores dedicados a sus tareas (véase cantar, debatir temas trascendentales y fumar porros). La lluvia apareció después de la sobremesa durante unos minutos y nos metimos todos debajo de un árbol, incluidos los señores de los porros y una señora que recogía botellas porque decía que así conocía gente.
Allí estábamos todos, hablando del lugar de procedencia de cada uno y de lo multicultural que es Berlín, cuando un señor con acento italiano (pero que hablaba español de puta madre) me dijo "¿eres española?", lo que desató la siguiente conversación:
- Sí
- Yo te conozco
- Esto... creo que no
- ¿Tu madre se llama Mercedes?
- No
- Ah, entonces no eres mi hija
WTF!
Por cierto, mi plantita se encucuentra estable tras caer desde un tercer piso, aunque ha perdido algunas flores y un par de tallos.
jueves, 28 de mayo de 2009
Un día cualquiera
Que a mí me pasan cosas raras es un hecho. Por ejemplo, vamos a repasar qué me ha ocurrido hoy. Y todo ello sin apenas salir de casa, que tiene más mérito:
- He empezado la mañana con una discusión sobre impuestos en la Unión Europea. No está mal, si no fuera porque el tema principal de la conversación era el fútbol (en español y por Facebook, no desvariemos, que un B2 no da para tanto).
- Una horda de niños alemanes ha invadido las calles de mi barrio con vete tú a saber qué fin. Luego se han mezclado con unos señores que pedían firmas en representación de los verdes.
- Me he encontrado un payaso en el centro comercial.
- He recibido por email 24 fotografías de una despedida de soltera.
- Me han mandado una teta por correo postal (una foto, no una teta sólida).
- Mi compañero de tandem ha dejado un comentario en mi Facebook echándole un piropo a mi plantita.
Y aún queda media hora para terminar el día.
- He empezado la mañana con una discusión sobre impuestos en la Unión Europea. No está mal, si no fuera porque el tema principal de la conversación era el fútbol (en español y por Facebook, no desvariemos, que un B2 no da para tanto).
- Una horda de niños alemanes ha invadido las calles de mi barrio con vete tú a saber qué fin. Luego se han mezclado con unos señores que pedían firmas en representación de los verdes.
- Me he encontrado un payaso en el centro comercial.
- He recibido por email 24 fotografías de una despedida de soltera.
- Me han mandado una teta por correo postal (una foto, no una teta sólida).
- Mi compañero de tandem ha dejado un comentario en mi Facebook echándole un piropo a mi plantita.
Y aún queda media hora para terminar el día.
miércoles, 27 de mayo de 2009
¡Correo! (vol. IV)
Anonadada me hayo con el poder de convocatoria que tengo últimamente. Sólo he necesitado 23 años y medio y emigrar a otro país para que la gente me haga caso. No está mal, ya es más de lo que muchos consiguen en su vida.
Pero vayamos al tema que nos importa. Está vez paso de poner el sobre como prueba documental, que todos sabemos cómo son los sobres y los sellos de España. La remitente no es otra que Hell's Tea, que además tuvo los santos cojones de poner Hell's Tea como remitente. Me reí mucho cuando lo vi, fue un detalle chulo.
La postal en cuestión (la que pone MARVEL):
El texto de la postal también me ha gustado, sobre todo la parte de "Como no encontraba la postal perfecta me decidí por el modo HOMEMADE..." y la de "Tiene su puntillo ser la inversa de Hulk!".
Pero vayamos al tema que nos importa. Está vez paso de poner el sobre como prueba documental, que todos sabemos cómo son los sobres y los sellos de España. La remitente no es otra que Hell's Tea, que además tuvo los santos cojones de poner Hell's Tea como remitente. Me reí mucho cuando lo vi, fue un detalle chulo.
La postal en cuestión (la que pone MARVEL):
Aquí vemos a la señora Hell's Tea metiendo mano a Hulk, uno de sus amores platónicos. El momento fue inmortalizado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Qué quieres que te diga, a mí me mola más Lobezno.
El texto de la postal también me ha gustado, sobre todo la parte de "Como no encontraba la postal perfecta me decidí por el modo HOMEMADE..." y la de "Tiene su puntillo ser la inversa de Hulk!".
martes, 26 de mayo de 2009
Tandem
Aparte de una bicicleta para dos, Tandem es un programa de intercambio de conversación muy interesante que encontré en una de las universidades de Berlín. Bueno, no lo encontré, me lo contaron y me pasaron la dirección de la web.
El caso es que me apunté. Y cinco horas después me asignaron una compañera. Estupendo. Además estudia filología alemana, así que voy a aprender un alemán correctísimo (espero). La tía estaba entusiasmada: que si podemos quedar todos los días, que si podemos hacer deporte juntas...
Ahí ya me pareció rara, porque lo de quedar todos los días... como que no, que una tiene que poner la lavadora, hacer la compra, vivir al margen del trabajo y esas cosas que hacemos las personas por las tardes. Lo de hacer deporte... en fin, digamos que hace un mes que encontré una piscina y aún no la he visto por dentro (lo sé, soy muy dejada).
Luego se le bajó el subidón que le entró al principio, después de la emoción de tener compañera de tandem. Empezó a cancelar las quedadas y el último e-mail no me lo ha devuelto. Pues nada, hija, ahí te quedas. Hace tres semanas que me asignaron compañera y aún no la conozco, esto no es normal.
La verdad es que me resultó extraño desde el principio. Así que, viendo que esto no iba a ninguna parte, me busqué otro compañero. A las tres horas (esta vez fueron más eficientes) recibí por mail los datos de mi nuevo compi. Éste sí es de fiar.
El caso es que me apunté. Y cinco horas después me asignaron una compañera. Estupendo. Además estudia filología alemana, así que voy a aprender un alemán correctísimo (espero). La tía estaba entusiasmada: que si podemos quedar todos los días, que si podemos hacer deporte juntas...
Ahí ya me pareció rara, porque lo de quedar todos los días... como que no, que una tiene que poner la lavadora, hacer la compra, vivir al margen del trabajo y esas cosas que hacemos las personas por las tardes. Lo de hacer deporte... en fin, digamos que hace un mes que encontré una piscina y aún no la he visto por dentro (lo sé, soy muy dejada).
Luego se le bajó el subidón que le entró al principio, después de la emoción de tener compañera de tandem. Empezó a cancelar las quedadas y el último e-mail no me lo ha devuelto. Pues nada, hija, ahí te quedas. Hace tres semanas que me asignaron compañera y aún no la conozco, esto no es normal.
La verdad es que me resultó extraño desde el principio. Así que, viendo que esto no iba a ninguna parte, me busqué otro compañero. A las tres horas (esta vez fueron más eficientes) recibí por mail los datos de mi nuevo compi. Éste sí es de fiar.
viernes, 22 de mayo de 2009
¡Correo! (vol. III)
Ésta vez voy con algo de retraso, porque la carta llegó antesdeayer. El sobre es muy chulo y es lo que me manda para colgar. Así es como llegaron Paul y Selu, los agapornis de Melisa.
Los he colgado al lado del escritorio, cerquita de la invitación de Patri.
En esta casa tienen que estar flipando con la cantidad de correspondencia que recibo. Así que ya sabéis: ¡que no decaiga!
Los he colgado al lado del escritorio, cerquita de la invitación de Patri.
En esta casa tienen que estar flipando con la cantidad de correspondencia que recibo. Así que ya sabéis: ¡que no decaiga!
martes, 19 de mayo de 2009
Hoy puedo decir...
... que para que un mulato con rastas te traiga un batido no hace falta estar en una playa paradisiaca.
(el mulato es mi nuevo hermanito, malpensados)
(el mulato es mi nuevo hermanito, malpensados)
lunes, 18 de mayo de 2009
¡Correo! (vol. II)
Hoy iba a hablar de mi viaje low cost sin incidentes pero lo que he encontrado al llegar a casa (aparte de mi bote de gel de baño abierto y a la dueña del piso llorando) tiene más derecho a post.
Esta vez, el sobre era bien grande.
La persona que me manda el regalito es María. Me ha hecho mucha ilusión recibir ese estupendo y maravilloso collage que tuvimos que hacer en la escuela de idiomas. Tanto me ha gustado, que lo he colgado al lado de mi cama, para verlo bien.
Además, traía dedicatorias.
El detalle se compensará con un regalito el día del examen de alemán.
Esta vez, el sobre era bien grande.
La persona que me manda el regalito es María. Me ha hecho mucha ilusión recibir ese estupendo y maravilloso collage que tuvimos que hacer en la escuela de idiomas. Tanto me ha gustado, que lo he colgado al lado de mi cama, para verlo bien.
Además, traía dedicatorias.
El detalle se compensará con un regalito el día del examen de alemán.
viernes, 15 de mayo de 2009
Historias de aeropuertos
¿Es una bomba? ¿Es un arma química? No, es un cargador
Siempre me suele pasar algo en los aeropuertos. No sé cómo me las apaño pero cada vuelo es una aventura. En Barajas me desapareció el palestino, el año pasado me preguntaron si era menor de edad al pasar el control (concretamente, me echaron 14 años) y hoy me han destripado la mochila.
Aparentemente, el control en Schönefeld ha empezado bien. Eran poco más de las seis de la mañana. La primera señora que me he encontrado ha formulado instrucciones concretas y precisas en un alemán correcto, claro y con la velocidad necesaria para que mi cerebro dormido lo asimilara, porque se me notaba la hora en la cara. Le he hecho caso y he metido mis pertenencias en una bandeja para que fueran escaneadas.
Aquí han llegado los problemas. Un segundo señor me ha dicho algo muy largo que, dado que estaba medio dormida, no he entendido, por lo que he hecho lo que me ha parecido. "Nein, nein". Ah, que no era eso ¡si es que no son horas! Luego he comprendido que quería que abriera la mochila. Entonces, ha empezado a sacar cosas.
- ¿Esto?
- Chocolate
- ¿?
- Para mi padre. Es un regalo
- ¿Esto?
- Pues esto es...
- Ah, es un disco duro ¿no?
- Sí es un disco duro
- ¿Y ésto?
- Para el móvil
- Anda, si también tiene para el iPod
- Sí, también tiene para el iPod
Luego vuelve a pasar mis cosas por el escáner (esta vez fuera de la mochila). Ahora es la compañera la que se extraña.
- ¿Y esto?
- Es un cargador. Mira, también tiene para el iPod
Pues nada, señor, visto que le ha fascinado lo de poder cargar el móvil y el iPod a la vez, le diré cómo se llama el trasto para que lo busque en el Media Markt.
Siempre me suele pasar algo en los aeropuertos. No sé cómo me las apaño pero cada vuelo es una aventura. En Barajas me desapareció el palestino, el año pasado me preguntaron si era menor de edad al pasar el control (concretamente, me echaron 14 años) y hoy me han destripado la mochila.
Aparentemente, el control en Schönefeld ha empezado bien. Eran poco más de las seis de la mañana. La primera señora que me he encontrado ha formulado instrucciones concretas y precisas en un alemán correcto, claro y con la velocidad necesaria para que mi cerebro dormido lo asimilara, porque se me notaba la hora en la cara. Le he hecho caso y he metido mis pertenencias en una bandeja para que fueran escaneadas.
Aquí han llegado los problemas. Un segundo señor me ha dicho algo muy largo que, dado que estaba medio dormida, no he entendido, por lo que he hecho lo que me ha parecido. "Nein, nein". Ah, que no era eso ¡si es que no son horas! Luego he comprendido que quería que abriera la mochila. Entonces, ha empezado a sacar cosas.
- ¿Esto?
- Chocolate
- ¿?
- Para mi padre. Es un regalo
- ¿Esto?
- Pues esto es...
- Ah, es un disco duro ¿no?
- Sí es un disco duro
- ¿Y ésto?
- Para el móvil
- Anda, si también tiene para el iPod
- Sí, también tiene para el iPod
Luego vuelve a pasar mis cosas por el escáner (esta vez fuera de la mochila). Ahora es la compañera la que se extraña.
- ¿Y esto?
- Es un cargador. Mira, también tiene para el iPod
Pues nada, señor, visto que le ha fascinado lo de poder cargar el móvil y el iPod a la vez, le diré cómo se llama el trasto para que lo busque en el Media Markt.
jueves, 14 de mayo de 2009
Haciendo la maleta (pero poco)
Lo que viene siendo para cuatro días (viernes, sábado, domingo y lunes). Tampoco tengo que llevar mucho, porque uno de esos cuatro días es de boda (con la pereza que me dan a mí las bodas).
Como soy un desastre de persona y siempre lo dejo todo para el último momento, aún no tengo nada preparado. Todavía me falta decidir qué me voy a llevar, qué me voy a traer (ya aprovecho), imprimir las tarjetas de embarque, comprar los encargos que me ha hecho mi padre, comprar el abono transporte para que no me pongan una multa nada más volver a Berlín...
Y una vez allí... otra vez enfrentarse a la burocracia española (bieeeeeeen). Esta vez me toca la Junta Electoral. Resulta que (una vez más) he sido nombrada presidenta de mesa en las elecciones al Parlamento Europeo y, si no me presento en mi mesa el día D sin haber justificado documentalmente que vivo en otro país, pueden venir a por mí y enchironarme entre 14 y 30 días. Entonces tendría que crear otro blog que se llamara "Becaria en la cárcel" y me da muchísima pereza mantener otro blog más. Ah, y también tendré que votar por correo, que soy una ciudadana responsable.
Como siempre, si no hago las cosas tarde y mal, no estoy a gusto.
Como soy un desastre de persona y siempre lo dejo todo para el último momento, aún no tengo nada preparado. Todavía me falta decidir qué me voy a llevar, qué me voy a traer (ya aprovecho), imprimir las tarjetas de embarque, comprar los encargos que me ha hecho mi padre, comprar el abono transporte para que no me pongan una multa nada más volver a Berlín...
Y una vez allí... otra vez enfrentarse a la burocracia española (bieeeeeeen). Esta vez me toca la Junta Electoral. Resulta que (una vez más) he sido nombrada presidenta de mesa en las elecciones al Parlamento Europeo y, si no me presento en mi mesa el día D sin haber justificado documentalmente que vivo en otro país, pueden venir a por mí y enchironarme entre 14 y 30 días. Entonces tendría que crear otro blog que se llamara "Becaria en la cárcel" y me da muchísima pereza mantener otro blog más. Ah, y también tendré que votar por correo, que soy una ciudadana responsable.
Como siempre, si no hago las cosas tarde y mal, no estoy a gusto.
martes, 12 de mayo de 2009
Un mes en Berlín
Ayer mismo cumplí un mes en Berlín. La verdad es que se me ha pasado volando pero, si hago memoria, me ha dado tiempo a hacer un montón de cosas. Por ejemplo:
- Salir a sitios tan curiosos como un restaurante griego con música en directo y camareros rompiendo platos o una pizzería canadiense con una cabeza de alce disecado colgada en la pared
- Visitar el checkpoint, la puerta de Brandenburgo, la Isla de los Museos y otras muchas cosas de interés turístico [no, el muro todavía no, pero ya libraré e iré a verlo]
- Hacerme un tour por la ciudad (y conocer allí a mi vecina, que además es española)
- Visitar la cúpula del Reichstag con un grupo de adolescentes
- Hacerle fotos a la policía en el primero de mayo
- Descubrir que puedes comprar cualquier cosa de segunda mano en el Flohmarkt, incluso unas botas de plataforma de la talla 43
- Tirarme en el césped de Engelbecken a mirar cómo nadan los patos (y que al cuarto de hora se ponga a llover ¬¬)
- Descubrir que en Berlín también existe el vecino que se pone a taladrar paredes los fines de semana por la mañana (¿tendrá genes españoles?)
- Explicar en alemán cómo se quita una mancha de vino de una camisa
- Poner cuatro lavadoras y descubrir habilidades ocultas relacionadas con las tareas domésticas
- Aprender palabras nuevas que creo que no volveré a utilizar en la vida (como centrifugar)
Pero qué os voy a contar que no se sepa, con la paliza que os estoy dando vía blog y Facebook.
- Salir a sitios tan curiosos como un restaurante griego con música en directo y camareros rompiendo platos o una pizzería canadiense con una cabeza de alce disecado colgada en la pared
- Visitar el checkpoint, la puerta de Brandenburgo, la Isla de los Museos y otras muchas cosas de interés turístico [no, el muro todavía no, pero ya libraré e iré a verlo]
- Hacerme un tour por la ciudad (y conocer allí a mi vecina, que además es española)
- Visitar la cúpula del Reichstag con un grupo de adolescentes
- Hacerle fotos a la policía en el primero de mayo
- Descubrir que puedes comprar cualquier cosa de segunda mano en el Flohmarkt, incluso unas botas de plataforma de la talla 43
- Tirarme en el césped de Engelbecken a mirar cómo nadan los patos (y que al cuarto de hora se ponga a llover ¬¬)
- Descubrir que en Berlín también existe el vecino que se pone a taladrar paredes los fines de semana por la mañana (¿tendrá genes españoles?)
- Explicar en alemán cómo se quita una mancha de vino de una camisa
- Poner cuatro lavadoras y descubrir habilidades ocultas relacionadas con las tareas domésticas
- Aprender palabras nuevas que creo que no volveré a utilizar en la vida (como centrifugar)
Pero qué os voy a contar que no se sepa, con la paliza que os estoy dando vía blog y Facebook.
domingo, 10 de mayo de 2009
Mi hermano
- ¿Tú no eras hija única?
- Y lo sigo siendo, lo que pasa es que quería hablar de mi "familia" alemana
Pues resulta que ahora tengo un hermano pequeño. Y además es negro y con rastas. Claro, es lo que pasa cuando tu hermano y tú sois de padres y madres diferentes, que os parecéis lo mismo que un huevo y una castaña.
No me he enterado muy bien de cómo se llama ni tampoco sé qué edad tiene. Le calculo como unos 9-10 años, por la altura y por los libros del cole que he visto por casa. Juega al basket y es de los equipos berlineses de fútbol y baloncesto (Hertha y Alba, respectivamente). También le gusta Bob Marley y supongo que sus gustos musicales tendrán algo que ver con las rastas.
¿Y por qué este niño que me roba chocolate es mi hermano? Primero, porque vivimos en la misma casa. Segundo, porque el otro día llegó a casa y vino a llamar a mi puerta para ver si estaba. Luego tampoco es que me dé mucha conversación pero de vez en cuando tiene detalles conmigo (otro día me dio un cuenco de natillas).
Y ahora, la solución a la pregunta que alguno se habrá planteado: ¿por qué mi hermano es negro, si vivo en un país en el que los niños parecen lavados con lejía? Pues porque su madre decidió, en algún momento de su vida, que quería un marido exótico. Luego decidió que ya no quería un marido exótico pero que el niño se lo quedaba, pero eso es otra historia.
Ah, y además duerme con redecilla.
- Y lo sigo siendo, lo que pasa es que quería hablar de mi "familia" alemana
Pues resulta que ahora tengo un hermano pequeño. Y además es negro y con rastas. Claro, es lo que pasa cuando tu hermano y tú sois de padres y madres diferentes, que os parecéis lo mismo que un huevo y una castaña.
No me he enterado muy bien de cómo se llama ni tampoco sé qué edad tiene. Le calculo como unos 9-10 años, por la altura y por los libros del cole que he visto por casa. Juega al basket y es de los equipos berlineses de fútbol y baloncesto (Hertha y Alba, respectivamente). También le gusta Bob Marley y supongo que sus gustos musicales tendrán algo que ver con las rastas.
¿Y por qué este niño que me roba chocolate es mi hermano? Primero, porque vivimos en la misma casa. Segundo, porque el otro día llegó a casa y vino a llamar a mi puerta para ver si estaba. Luego tampoco es que me dé mucha conversación pero de vez en cuando tiene detalles conmigo (otro día me dio un cuenco de natillas).
Y ahora, la solución a la pregunta que alguno se habrá planteado: ¿por qué mi hermano es negro, si vivo en un país en el que los niños parecen lavados con lejía? Pues porque su madre decidió, en algún momento de su vida, que quería un marido exótico. Luego decidió que ya no quería un marido exótico pero que el niño se lo quedaba, pero eso es otra historia.
Ah, y además duerme con redecilla.
jueves, 7 de mayo de 2009
Por qué no vi el Chelsea-Barça
Pues porque estaba en otro sitio, señores. Mi vecina vuelve a Sevilla y tenía ganas de ir de excursión al Reichstag (el parlamento), así que cargué la cámara, me calcé las deportivas y para allá que nos fuimos.
El viaje en transporte público fue muy divertido. Primero, se me sentó al lado en el metro un señor borracho que iba hablando por teléfono a voces. No sé qué le estarían contando pero estalló en carcajadas, a la vez que me soltó en el brazo una hostia de las que hacen época. Aún así, he de decir que mi vecina y los dos chavales que iban enfrente casi más que yo. Después nos equivocamos de dirección, aún cogiendo la misma línea que usamos todos los días para ir a nuestros respectivos trabajos.
Viendo la hora que era, decidimos que lo mejor sería entrar en el último turno, porque hay menos gente. Esto es, a las 10 de la noche. Bueno, más que una decisión, ya era la única opción posible. Nos sorprendimos al ver que no había más españoles por allí y luego caimos en lo del partido. Eso sí, en vez de españoles nos encontramos con un encantador grupo de adolescentes. Más de uno se merecía una colleja pero no es muy inteligente agredir a menores en un país que no es el tuyo. Y no digamos si además con 13 años te sacan una cabeza.
Una vez arriba, rodeadas de 'teenagers' y con más frío que vergüenza, nos dispersamos en busca de fotos de Berlín de noche (ya las subiré a Flickr y a las redes sociales correspondientes, no me sufráis). Hasta que se me antojó hacerme una foto sentada en el suelo con la cúpula detrás. De pronto, me doy cuenta de que hay demasiada gente pendiente de nosotras.
A una señal de la sevillana me doy la vuelta y me encuentro a un visitante más del parlamento, armado con una cámara de las buenas, enfocándome. Qué quieres que te diga pero si me siento vigilada no puedo salir natural en las fotos. A saber lo que saldría finalmente. Creo que en el ecuadre estábamos yo y una bandera alemana.
Y esta es la razón por la que esta noche voy a poner el telediario en la web de TVE para ver el gol de Iniesta.
El viaje en transporte público fue muy divertido. Primero, se me sentó al lado en el metro un señor borracho que iba hablando por teléfono a voces. No sé qué le estarían contando pero estalló en carcajadas, a la vez que me soltó en el brazo una hostia de las que hacen época. Aún así, he de decir que mi vecina y los dos chavales que iban enfrente casi más que yo. Después nos equivocamos de dirección, aún cogiendo la misma línea que usamos todos los días para ir a nuestros respectivos trabajos.
Viendo la hora que era, decidimos que lo mejor sería entrar en el último turno, porque hay menos gente. Esto es, a las 10 de la noche. Bueno, más que una decisión, ya era la única opción posible. Nos sorprendimos al ver que no había más españoles por allí y luego caimos en lo del partido. Eso sí, en vez de españoles nos encontramos con un encantador grupo de adolescentes. Más de uno se merecía una colleja pero no es muy inteligente agredir a menores en un país que no es el tuyo. Y no digamos si además con 13 años te sacan una cabeza.
Una vez arriba, rodeadas de 'teenagers' y con más frío que vergüenza, nos dispersamos en busca de fotos de Berlín de noche (ya las subiré a Flickr y a las redes sociales correspondientes, no me sufráis). Hasta que se me antojó hacerme una foto sentada en el suelo con la cúpula detrás. De pronto, me doy cuenta de que hay demasiada gente pendiente de nosotras.
A una señal de la sevillana me doy la vuelta y me encuentro a un visitante más del parlamento, armado con una cámara de las buenas, enfocándome. Qué quieres que te diga pero si me siento vigilada no puedo salir natural en las fotos. A saber lo que saldría finalmente. Creo que en el ecuadre estábamos yo y una bandera alemana.
Y esta es la razón por la que esta noche voy a poner el telediario en la web de TVE para ver el gol de Iniesta.
miércoles, 6 de mayo de 2009
Hablemos del tiempo
domingo, 3 de mayo de 2009
¡Correo!
Ya he recibido las primeras cartas, y tengo foto que lo demuestra:
Vale, una de ellas es del banco pero es importante porque es mi tarjeta de débito. La otra es más importante y mola más porque es de Patri. Como ya dije, la he colgado en mi pared, al lado del escritorio:
Pues eso, podéis seguir mandando cositas, que me hace mucha ilusión.
Vale, una de ellas es del banco pero es importante porque es mi tarjeta de débito. La otra es más importante y mola más porque es de Patri. Como ya dije, la he colgado en mi pared, al lado del escritorio:
Pues eso, podéis seguir mandando cositas, que me hace mucha ilusión.
sábado, 2 de mayo de 2009
Primero de mayo
Como algunos ya vieron ayer en la tele, la fiesta del primero de mayo en Berlín es algo enorme y multitudinario. El ayuntamiento programa conciertos, los bares de las calles donde se celebra (que son muchos y están muy bien) sacan puestos a la calle (y se forran, dicho sea de paso) y Berlín se llena de gente. Y también de policía, mucha policía.
A eso de las 15:30, me planté en Kreuzberg con una amiga sevillana. Así a ojo, allí estaba como el 60% de la población de Berlín y el 90% de los españoles que estaban ayer en la ciudad. Los españoles somos fáciles de reconocer: hablamos alto, nos movemos en grupo y llevamos mochilas Quechua compradas en el Decathlon.
Más tarde, nos juntamos con la canadiense, su vecina y un par de personas más. Y, al poco rato, la sevillana se fue. Y yo me quedé, por supuesto. De hecho, me quedé hasta las 11 de la noche, lo que no significa que las movidas del primero de mayo terminaran a esa hora para mí. Pero no adelantemos acontecimientos.
Seguimos por allí, buscamos algún escenario que mereciera la pena (con resultados bastante pobres) y vimos como, poco a poco, la proporción público general-policía iba variando según llegaban antidisturbios y bajaba la concentración de turistas por metro cuadrado.
No sé cuántos policías habrá en Berlín pero alguien pensó muy sabiamente que no eran suficientes para la que se montó ayer. Llegaron efectivos de toda Alemania y no eran precisamente pocos. Todas las calles de alrededor estaban llenas de furgones de la policía con matrícula de distintas ciudades. Según me explicaron, son el tipo de vehículo que se utiliza para detener a la gente, como nuestras "lecheras". Aquí no se andan con tonterías.
Decidimos que el primero de mayo se había terminado para nosotros cuando, quedando sólo tres personas, vimos cómo pasaban por delante unos cincuenta antidisturbios corriendo hacia la derecha. El plan de huida es simple: si la policía va hacia la derecha, sal de la calle por la izquierda. Y así lo hicimos.
Dimos por imposible llegar al metro más cercano (Kottbusser Tor) y buscamos una salida alternativa. También es de lógica: allí había empezado una manifestación a las seis de la tarde y, según me contaron después, se juntaron como unos 200 policías por esa zona. Además cerraron la estación, no sea que alguien más se apuntara a la fiesta. No sé vosotros, pero yo no tengo ganas de intimar con los antidisturbios alemanes.
Encontré un lugar donde cenar por 2,50€, una estación de metro, me despedí de la gente y volví a casa. En el transbordo en Alexanderplatz me cagué en la Gran Bretaña y en un grupo de inglesitos que llamaban a James a voces por toda la estación. No me dieron el viaje completo pero casi, porque cogieron la misma línea que yo pero se bajaron una parada antes. Con gente como James y sus amigos vagando por Prenzlauer Berg (mi barrio), decidí que ya había tenido suficientes gritos y emoción y que lo mejor sería ver alguna serie por Internet y dormir.
Bueno, pues parece que nunca es suficiente cuando se trata de disturbios. No sé si os lo habré contado pero ahora vivo en un hogar multicultural desestructurado. Y anoche tocaba discusión conyugal entre mi casera y su marido panameño. Afortunadamente, mi cuarto es la primera puerta que encuentras según entrar. Sin pensarlo dos veces (ni pasar por el baño), me atrincheré allí y di por terminado el primero de mayo.
A eso de las 15:30, me planté en Kreuzberg con una amiga sevillana. Así a ojo, allí estaba como el 60% de la población de Berlín y el 90% de los españoles que estaban ayer en la ciudad. Los españoles somos fáciles de reconocer: hablamos alto, nos movemos en grupo y llevamos mochilas Quechua compradas en el Decathlon.
Más tarde, nos juntamos con la canadiense, su vecina y un par de personas más. Y, al poco rato, la sevillana se fue. Y yo me quedé, por supuesto. De hecho, me quedé hasta las 11 de la noche, lo que no significa que las movidas del primero de mayo terminaran a esa hora para mí. Pero no adelantemos acontecimientos.
Seguimos por allí, buscamos algún escenario que mereciera la pena (con resultados bastante pobres) y vimos como, poco a poco, la proporción público general-policía iba variando según llegaban antidisturbios y bajaba la concentración de turistas por metro cuadrado.
No sé cuántos policías habrá en Berlín pero alguien pensó muy sabiamente que no eran suficientes para la que se montó ayer. Llegaron efectivos de toda Alemania y no eran precisamente pocos. Todas las calles de alrededor estaban llenas de furgones de la policía con matrícula de distintas ciudades. Según me explicaron, son el tipo de vehículo que se utiliza para detener a la gente, como nuestras "lecheras". Aquí no se andan con tonterías.
Decidimos que el primero de mayo se había terminado para nosotros cuando, quedando sólo tres personas, vimos cómo pasaban por delante unos cincuenta antidisturbios corriendo hacia la derecha. El plan de huida es simple: si la policía va hacia la derecha, sal de la calle por la izquierda. Y así lo hicimos.
Dimos por imposible llegar al metro más cercano (Kottbusser Tor) y buscamos una salida alternativa. También es de lógica: allí había empezado una manifestación a las seis de la tarde y, según me contaron después, se juntaron como unos 200 policías por esa zona. Además cerraron la estación, no sea que alguien más se apuntara a la fiesta. No sé vosotros, pero yo no tengo ganas de intimar con los antidisturbios alemanes.
Encontré un lugar donde cenar por 2,50€, una estación de metro, me despedí de la gente y volví a casa. En el transbordo en Alexanderplatz me cagué en la Gran Bretaña y en un grupo de inglesitos que llamaban a James a voces por toda la estación. No me dieron el viaje completo pero casi, porque cogieron la misma línea que yo pero se bajaron una parada antes. Con gente como James y sus amigos vagando por Prenzlauer Berg (mi barrio), decidí que ya había tenido suficientes gritos y emoción y que lo mejor sería ver alguna serie por Internet y dormir.
Bueno, pues parece que nunca es suficiente cuando se trata de disturbios. No sé si os lo habré contado pero ahora vivo en un hogar multicultural desestructurado. Y anoche tocaba discusión conyugal entre mi casera y su marido panameño. Afortunadamente, mi cuarto es la primera puerta que encuentras según entrar. Sin pensarlo dos veces (ni pasar por el baño), me atrincheré allí y di por terminado el primero de mayo.
jueves, 30 de abril de 2009
A septiembre de una patada en el culo
(aviso: post largo e indignado. Sólo se admitirán comentarios que incluyan vituperios y apoyen la causa)
Pues eso mismo del título. La escuela de idiomas, así por las buenas, ha decidido que no puedo presentarme al examen oral. Y como estoy en el último curso no me van a guardar las partes que apruebe del examen escrito, así que puedo decidir entre las siguientes opciones:
1.- Joderme y comerme el billete de avión
2.- Cortarme las venas (con el billete de avión)
3.- Aprovechar que ya he comprado el vuelo para prenderle fuego al departamento de alemán y al despacho del director
4.- Emborracharme en el bar de enfrente de la escuela de idiomas mientras los demás se examinan
Los lectores os preguntaréis por qué no puedo presentarme al examen oral. Muy sencillo: la escuela de idiomas está en Fuenlabrada, yo estoy en Berlín y sólo puedo viajar para hacer el escrito y volver, no puedo pasarme la semana entera en Fuenlabrada. La respuesta oficial es que si me ponen el oral el mismo día que el examen escrito se crearía un precedente y muchos alumnos intentarían acogerse a ello sin motivos justificados y blablabla.
Perdone usted pero el precedente ya está creado, que yo lo he visto. Precisamente cuando hice tercero (en los tiempos en los que tercero aún era examen oficial), una compañera estaba en la misma situación y justo la persona que me ha negado el cambio de fecha era el profesor de mi grupo. Venga, que se inventen otra cosa.
Pues eso mismo del título. La escuela de idiomas, así por las buenas, ha decidido que no puedo presentarme al examen oral. Y como estoy en el último curso no me van a guardar las partes que apruebe del examen escrito, así que puedo decidir entre las siguientes opciones:
1.- Joderme y comerme el billete de avión
2.- Cortarme las venas (con el billete de avión)
3.- Aprovechar que ya he comprado el vuelo para prenderle fuego al departamento de alemán y al despacho del director
4.- Emborracharme en el bar de enfrente de la escuela de idiomas mientras los demás se examinan
Los lectores os preguntaréis por qué no puedo presentarme al examen oral. Muy sencillo: la escuela de idiomas está en Fuenlabrada, yo estoy en Berlín y sólo puedo viajar para hacer el escrito y volver, no puedo pasarme la semana entera en Fuenlabrada. La respuesta oficial es que si me ponen el oral el mismo día que el examen escrito se crearía un precedente y muchos alumnos intentarían acogerse a ello sin motivos justificados y blablabla.
Perdone usted pero el precedente ya está creado, que yo lo he visto. Precisamente cuando hice tercero (en los tiempos en los que tercero aún era examen oficial), una compañera estaba en la misma situación y justo la persona que me ha negado el cambio de fecha era el profesor de mi grupo. Venga, que se inventen otra cosa.
miércoles, 29 de abril de 2009
Cómo abrir una cuenta bancaria
En Madrid:
1.- Vas a un banco cualquiera
2.- Haces cola
3.- Presentas tu DNI/pasaporte/documento oficial que te identifica
4.- Firmas un par de papeles
5.- Esperas a que te impriman los datos en la libreta
6.- Te vas a casa
En Berlín:
1.- Pides hora
2.- Vas al banco y preguntas
3.- Te ofrecen un zumo, café o agua
4.- Cuentas tu situación para ver qué tipo de cuenta te pueden hacer
5.- Presentas tu pasaporte, tu DNI, tu contrato de alquiler, los impuestos del último año y, si tienes, algo que certifique que eres estudiante (carnet internacional de estudiante, por ejemplo) y/o becario (carta firmada por tu jefe que certifica que estás haciendo prácticas)
6.- Esperas a que fotocopien todo eso
7.- Esperas a que metan los datos de todos los papeles en el ordenador
8.- Esperas a que impriman un montón enorme de papeles, con su correspondiente duplicado
9.- Te entregan dos sobres cerrados con tus códigos pin para el acceso a banca electrónica
10.- Firmas papeles
11.- Te entregan una carpeta con los duplicados de todos los papeles
12.- Te explican cómo funciona todo, cuándo recibes la tarjeta de crédito, en qué bancos puedes sacar dinero sin pagar comisión, que tienes que actualizar todos los meses obligatoriamente (aquí actualizamos la libreta de pascuas a ramos)
13.- Te preguntan si te queda alguna duda
14.- Te acompañan abajo y te desean mucha suerte en tus prácticas y en tu estancia en Berlín
¡¡¡Y sólo en 50 minutos!!!
1.- Vas a un banco cualquiera
2.- Haces cola
3.- Presentas tu DNI/pasaporte/documento oficial que te identifica
4.- Firmas un par de papeles
5.- Esperas a que te impriman los datos en la libreta
6.- Te vas a casa
En Berlín:
1.- Pides hora
2.- Vas al banco y preguntas
3.- Te ofrecen un zumo, café o agua
4.- Cuentas tu situación para ver qué tipo de cuenta te pueden hacer
5.- Presentas tu pasaporte, tu DNI, tu contrato de alquiler, los impuestos del último año y, si tienes, algo que certifique que eres estudiante (carnet internacional de estudiante, por ejemplo) y/o becario (carta firmada por tu jefe que certifica que estás haciendo prácticas)
6.- Esperas a que fotocopien todo eso
7.- Esperas a que metan los datos de todos los papeles en el ordenador
8.- Esperas a que impriman un montón enorme de papeles, con su correspondiente duplicado
9.- Te entregan dos sobres cerrados con tus códigos pin para el acceso a banca electrónica
10.- Firmas papeles
11.- Te entregan una carpeta con los duplicados de todos los papeles
12.- Te explican cómo funciona todo, cuándo recibes la tarjeta de crédito, en qué bancos puedes sacar dinero sin pagar comisión, que tienes que actualizar todos los meses obligatoriamente (aquí actualizamos la libreta de pascuas a ramos)
13.- Te preguntan si te queda alguna duda
14.- Te acompañan abajo y te desean mucha suerte en tus prácticas y en tu estancia en Berlín
¡¡¡Y sólo en 50 minutos!!!
lunes, 27 de abril de 2009
Viva la convivencia
Pues esto era una becaria que fue a hacer la compra el sábado por la mañana. Entre otras cosas, compró una tableta de chocolate con almendras. El lunes por la tarde, cuando volvió reventada de currar, fue a la nevera a arrancarle un trocito a la inocente tableta cuando, de pronto...
- Coño, ¿dónde está mi chocolate?
- Coño, ¿dónde está mi chocolate?
sábado, 25 de abril de 2009
A todas las alemanas que están "en esos días"
¿No se os ha ocurrido que la vida sería más fácil si en este país los baños tuvieran bidé y los tampones tuvieran aplicador?
miércoles, 22 de abril de 2009
Redecora mi vida
Ayer me compré un rollo de celo y ya he empezado a colgar algunas cosas en las paredes. Por ejemplo:
Pero aún quedan paredes vacías. Cómo ésta:
O ésta:
Y también ésta:
Atenderé gustosamente (por e-mail y sólo de gente conocida) todas las peticiones de mi dirección final y definitiva en Berlín. Mandadme fotos, postales (de Madrid o de Salamanca o León o de donde sea) y cualquier cosa que se os ocurra. Cuando llegue algo nuevo y haya pasado a formar parte de la decoración, colgaré una foto en el blog como agradecimiento.
Pero aún quedan paredes vacías. Cómo ésta:
O ésta:
Y también ésta:
Atenderé gustosamente (por e-mail y sólo de gente conocida) todas las peticiones de mi dirección final y definitiva en Berlín. Mandadme fotos, postales (de Madrid o de Salamanca o León o de donde sea) y cualquier cosa que se os ocurra. Cuando llegue algo nuevo y haya pasado a formar parte de la decoración, colgaré una foto en el blog como agradecimiento.
sábado, 18 de abril de 2009
Necesito un Ikea
Ya estoy instalada. Esta mañana, he ido a casa de la alemana-canadiense a por el resto de mis cosas (la maleta grande, un par de zapatos y la bolsa de la ropa sucia). Era importante que recogiera estas cosas de inmediato ("ab sofort", como dicen por aquí), porque en la mochila sólo me quedaba ropa limpia para un día más. El no tenter casa fija es lo que tiene.
El caso es que he vuelto, me he puesto a colocar cositas en la especie de armario que tengo y me he dado cuenta de que yo sin cajones no sé organizarme. Parecerá una tontería pero es así. El caso es que el otro día, yendo al trabajo, ví un Ikea y me he acordado. Como soy una de esas personas enfermas que todos los años esperan con ansia el catálogo nuevo de Ikea (para luego comprar nada más que dos cosas por temporada), lo he rememorado en busca de cosas que me puedan venir bien.
Y he decidido que necesito: una caja grande, un par de cajas medianas, una papelera, un juego de cama y un par de toallas. Así que nada, una tarde de la semana que viene la pasaré en el Ikea. Y también me voy a comprar una plantita en el supermercado, que cuestan 59 céntimos y alegran mucho.
El caso es que he vuelto, me he puesto a colocar cositas en la especie de armario que tengo y me he dado cuenta de que yo sin cajones no sé organizarme. Parecerá una tontería pero es así. El caso es que el otro día, yendo al trabajo, ví un Ikea y me he acordado. Como soy una de esas personas enfermas que todos los años esperan con ansia el catálogo nuevo de Ikea (para luego comprar nada más que dos cosas por temporada), lo he rememorado en busca de cosas que me puedan venir bien.
Y he decidido que necesito: una caja grande, un par de cajas medianas, una papelera, un juego de cama y un par de toallas. Así que nada, una tarde de la semana que viene la pasaré en el Ikea. Y también me voy a comprar una plantita en el supermercado, que cuestan 59 céntimos y alegran mucho.
viernes, 17 de abril de 2009
Mudanza, pascua griega y segunda mudanza
Lo bueno de trabajar en un hogar multicultural es que respetan las fiestas de guardar de todas las culturas. Por si no fuera poco con haber tenido libre el lunes de pascua, también libro hoy porque es la pascua griega. Mi intención es aprovechar el día para recoger mi maleta (y mi bolsa de la ropa sucia, ya de paso) de casa de la alemana-canadiense, volver a mudarme y hacer algo de turismo (más).
¿Por qué me tengo que volver a mudar? Pues porque el tío del piso al que me iba a mudar me ha encontrado una habitación más barata en casa de una amiga suya. Está en la misma calle, así que me tengo que trasladar poquito. Dice que lo mismo no me gusta porque la habitación es pequeña, que sólo tiene 10 metros cuadrados. Joder, mi habitación de Fuenlabrada tiene como 7 u 8 y nunca me he quejado a mis padres. Claro, la habitación en la que estoy ahora es del tamaño del salón de mi casa antes de añadirle la terraza (acojonante).
Pues nada, ya os contaré qué tal ha ido la mudanza.
¿Por qué me tengo que volver a mudar? Pues porque el tío del piso al que me iba a mudar me ha encontrado una habitación más barata en casa de una amiga suya. Está en la misma calle, así que me tengo que trasladar poquito. Dice que lo mismo no me gusta porque la habitación es pequeña, que sólo tiene 10 metros cuadrados. Joder, mi habitación de Fuenlabrada tiene como 7 u 8 y nunca me he quejado a mis padres. Claro, la habitación en la que estoy ahora es del tamaño del salón de mi casa antes de añadirle la terraza (acojonante).
Pues nada, ya os contaré qué tal ha ido la mudanza.
jueves, 16 de abril de 2009
Primer día de trabajo y ¿mudanza?
A ver si nos vamos haciendo a la idea de que NO estoy en Fuenlabrada, lo que significa que NO tengo acceso ilimitado al ADSL que mi padre paga religiosamente cada mes. Aún así, soy una chica apañada (sí, estoy en el Mac) y he conseguido un rato de internete para publicar esta mierda de post que escribí anoche a las diez menos veinte (me daba vergüenza irme a dormir tan pronto y no tenía ganas de leer).
Mi primer día de trabajo fue… bueno, digamos que fue, porque no sabría decir muy bien cómo fue. No fue mal, si a alguien le sirve de consuelo. Como las fotos del libro que está ahora para publicar no aparecían (que no me extraña, con la de cedeses que había allí), me tocó picar en Excel las direcciones y números de teléfono de 134 familias alemanas, que han tenido el detalle de prestar a sus retoños (ahí, aprovechando el teclado qwerty) para una serie de fotos sobre la Navidad. Afortunadamente, mi jefe quiere maquetar un libro y un catálogo, así que el picar se va a acabar.
Eso sí, ahí se trabaja sin presión. Hicimos tres pausas: la de la comida, otra porque sí y una tercera para brindar en familia con Amaretto para darme la bienvenida. Lo de “en familia” es literal. Ya expliqué que allí están la señora de la limpieza griega (a.k.a “die griechische Putzfrau” en casa de la alemana-canadiense), el padre del jefe, la mujer del jefe y la hermana del jefe. Pues con toda esta gente (más el jefe y la otra becaria) voy a comer todos los días hasta que se me acabe la beca (por Diox, que alguien me visite).
Lo malo es que la conversación durante la comida era en griego, lo que nos dejaba fuera a la mujer del jefe (japonesa), al padre del jefe (alemán y que ya está el pobre para poquitos trotes) y a mí. Espero que mañana coma también con nosotros la otra becaria, que es de Barcelona (y que hoy ha llegado más tarde porque tiene otro trabajo) y así tendré alguien con quien hablar.
¿Y qué más? Pues el tema vivienda se ha solucionado hace más bien poquito. Resulta que he llamado a mi nuevo compañero (conocido como “el psicópata”, “el espía del KGB” o “el repeinao” por aquellos que han visto su foto del perfil de feisbuk) porque hoy me tocaba mudanza y el móvil estaba muerto. Le he mandado un SMS y le he dejado un mensajillo en Internet, con más desesperación que fe en que sirviera para algo y resignada a pasar otra noche en la colchoneta que me presta la alemana-canadiense.
Hace un rato me ha llamado un teléfono fijo de Berlín (tanto picar datos esta mañana ha servido para algo) y resulta que era el tipo éste explicando la muerte de su móvil (weno, no ha muerto del todo) y sugiriendo que me mudara en ese momento. Sí claro, a las 10 de la noche me voy a cruzar Berlín con la maleta a cuestas. Por lo menos me ha preguntado si tenía dónde quedarme (al menos algo de educación le queda) y hemos quedado mañana más o menos a las 19:00, aunque llamaré porque no sé a qué hora salgo de currar.
Y eso es todo. Si para el próximo día no tengo nada que publicar, os contaré la exportación a Alemania de Muchachada Nui, empezando por la frase “las ratas del aire”.
Pd: creo que mi cuarto en casa de la alemana-canadiense está al lado de la maquinaria del ascensor (construido en 1957, según una plaquita en la botonera).
Mi primer día de trabajo fue… bueno, digamos que fue, porque no sabría decir muy bien cómo fue. No fue mal, si a alguien le sirve de consuelo. Como las fotos del libro que está ahora para publicar no aparecían (que no me extraña, con la de cedeses que había allí), me tocó picar en Excel las direcciones y números de teléfono de 134 familias alemanas, que han tenido el detalle de prestar a sus retoños (ahí, aprovechando el teclado qwerty) para una serie de fotos sobre la Navidad. Afortunadamente, mi jefe quiere maquetar un libro y un catálogo, así que el picar se va a acabar.
Eso sí, ahí se trabaja sin presión. Hicimos tres pausas: la de la comida, otra porque sí y una tercera para brindar en familia con Amaretto para darme la bienvenida. Lo de “en familia” es literal. Ya expliqué que allí están la señora de la limpieza griega (a.k.a “die griechische Putzfrau” en casa de la alemana-canadiense), el padre del jefe, la mujer del jefe y la hermana del jefe. Pues con toda esta gente (más el jefe y la otra becaria) voy a comer todos los días hasta que se me acabe la beca (por Diox, que alguien me visite).
Lo malo es que la conversación durante la comida era en griego, lo que nos dejaba fuera a la mujer del jefe (japonesa), al padre del jefe (alemán y que ya está el pobre para poquitos trotes) y a mí. Espero que mañana coma también con nosotros la otra becaria, que es de Barcelona (y que hoy ha llegado más tarde porque tiene otro trabajo) y así tendré alguien con quien hablar.
¿Y qué más? Pues el tema vivienda se ha solucionado hace más bien poquito. Resulta que he llamado a mi nuevo compañero (conocido como “el psicópata”, “el espía del KGB” o “el repeinao” por aquellos que han visto su foto del perfil de feisbuk) porque hoy me tocaba mudanza y el móvil estaba muerto. Le he mandado un SMS y le he dejado un mensajillo en Internet, con más desesperación que fe en que sirviera para algo y resignada a pasar otra noche en la colchoneta que me presta la alemana-canadiense.
Hace un rato me ha llamado un teléfono fijo de Berlín (tanto picar datos esta mañana ha servido para algo) y resulta que era el tipo éste explicando la muerte de su móvil (weno, no ha muerto del todo) y sugiriendo que me mudara en ese momento. Sí claro, a las 10 de la noche me voy a cruzar Berlín con la maleta a cuestas. Por lo menos me ha preguntado si tenía dónde quedarme (al menos algo de educación le queda) y hemos quedado mañana más o menos a las 19:00, aunque llamaré porque no sé a qué hora salgo de currar.
Y eso es todo. Si para el próximo día no tengo nada que publicar, os contaré la exportación a Alemania de Muchachada Nui, empezando por la frase “las ratas del aire”.
Pd: creo que mi cuarto en casa de la alemana-canadiense está al lado de la maquinaria del ascensor (construido en 1957, según una plaquita en la botonera).
martes, 14 de abril de 2009
De turismo
De momento, puedo mimetizarme con los cientos de miles de turistas que hay en esta ciudad, porque lo único que he hecho ha sido visitar lugares turísticos y fotos, muchas fotos. Lo de las fotos es otra historia, porque no encuentro el cable del disco duro externo. No sé si se habrá quedado en Fuenlabrada o su desaparición está relacionada con la del palestino (del cuello, no de Gaza) que salió de Madrid en mi mochila (que me obligaron a facturar) y nunca llegó a Berlín [sí, me han mangado dos palestinos en dos meses].
Y hoy toca más turismo porque el jefe me ha dicho que no empiezo a trabajar hasta ma~ana [sí, sigo en el teclado alemán]. Y además a las 10:00, para no madrugar. Todo esto me lo contó ayer, que me invitó a un café y me mostró las publicaciones que hacen. También conocí a su padre (alemán de pura cepa), a la mujer de la limpieza (griega, y con la que el jefe habla en griego), a su mujer (una pintora japonesa), a su hermana (que toca el violín) y a tres trompetistas venezolanos que estaban allí de visita. La cocina era un poco como la mesa del té de "Alicia en el país de las maravillas": un montón de sillas alrededor, cada una con su correspondiente mantelito individual y su taza. A pesar de todo, he de decir que eran bastante normales.
Luego volví a mi casa de acogida y me uní a una tertulia muy interesante que se habían montado en la terraza, aprovechando el buen tiempo. Los participantes fuimos la alemana-canadiense, una alemana-turca, una cantante colombiana y yo. Después se unió un compa~ero de trabajo de la alemana-canadiense (no tenía nada de canadiense, aparte del trabajo), al que me costó diox y ayuda (sobre todo ayuda) entender.
Y creo que ya está. Ya subiré la foto de la cabeza de alce disecado con la que compartimos la cena canadiense y algunas de las fotos que he recopilado haciendo turismo.
Y hoy toca más turismo porque el jefe me ha dicho que no empiezo a trabajar hasta ma~ana [sí, sigo en el teclado alemán]. Y además a las 10:00, para no madrugar. Todo esto me lo contó ayer, que me invitó a un café y me mostró las publicaciones que hacen. También conocí a su padre (alemán de pura cepa), a la mujer de la limpieza (griega, y con la que el jefe habla en griego), a su mujer (una pintora japonesa), a su hermana (que toca el violín) y a tres trompetistas venezolanos que estaban allí de visita. La cocina era un poco como la mesa del té de "Alicia en el país de las maravillas": un montón de sillas alrededor, cada una con su correspondiente mantelito individual y su taza. A pesar de todo, he de decir que eran bastante normales.
Luego volví a mi casa de acogida y me uní a una tertulia muy interesante que se habían montado en la terraza, aprovechando el buen tiempo. Los participantes fuimos la alemana-canadiense, una alemana-turca, una cantante colombiana y yo. Después se unió un compa~ero de trabajo de la alemana-canadiense (no tenía nada de canadiense, aparte del trabajo), al que me costó diox y ayuda (sobre todo ayuda) entender.
Y creo que ya está. Ya subiré la foto de la cabeza de alce disecado con la que compartimos la cena canadiense y algunas de las fotos que he recopilado haciendo turismo.
domingo, 12 de abril de 2009
Primeras noticias
Como veo que estáis perdiendo la sana costumbre de entrar en el messenger por las noches (ya os vale, que es la primera noche que me conecto desde Berlín y no hay ni cristo), voy a contaros todo por aquí. Perdón de antemano por todas las cosas raras que pueda haber en el texto, que estoy en un teclado alemán y la verdad es que se las trae.
Ahora mismo estoy en casa de una alemana que ha pasado media vida en Canadá y trabaja en la embajada de tan bonito país. Cómo he terminado aquí? Pues todo empezó porque anoche, por conocer gente, fui a cenar con un antiguo compi de la escuela de idiomas, una amiga suya turca de la universidad, su hermano y la alemana-canadiense a un restaurante griego con música en directo. No tengo mucha idea de cómo serán los restaurantes griegos con música en vivo normalmente pero en éste había gente bailando encima de una mesa y los camareros estamparon algún que otro plato contra el suelo para animar el cotarro.
En este entorno tan festivo, decidí salir un rato a la terraza del restaurante, porque después de un viaje de tres horas y todo el día pateando Berlín me necesitaba despejarme. Estuve hablando un rato con el hermano de la turca y la alemana-canadiense, que me estuvieron preguntando sobre mi vida, qué me había llevado a Berlín y esas cosas típicas. Al decir que aún no tenía piso, le di penita a la alemana canadiense, que decidió acogerme.
Nos fuimos de allí e hice uno de mis primeros descubrimientos: en el metro de Berlín hay más gente a las 3 de la madrugada que a las 3 de la tarde. Luego llegué al hostel en el que ya tená una camita esperándome desde por la tarde. La habitación era de ocho personas, con un promedio muy bueno según se mire: seis chicos y dos chicas. Para mi desgracia, la cama estaba sin hacer, por lo que espero que el resto de huéspedes no se despertaran, porque si es así me odiarán de por vida después de la que lié (intentad poner una funda nórdica a oscuras, que es muy divertido). Aún faltaban tres por llegar y dos de ellos lo hicieron de día y hablando en alemán, por lo que espero que mi pelea con la funda nórdica haya caído en el olvido.
Hoy me he despertado a la hora que me ha dado la gana (la mitad de la habitación aún seguía durmiendo), he desayunado, me he trasladado a la "casa de acogida" y he ido a buscar mi maleta y mi portátil a casa del ex-compi de alemán. Hasta media tarde he estado con la alemana-canadiense, que me ha explicado muchas cosas curiosas sobre Berlín, y la tarde la he pasado andando desde Alexanderplatz hasta donde fuera (que ha resultado ser la puerta de Brandenburgo y el Parlamento) y vuelta y haciendo fotitos (que va siendo hora de cambiar la foto de la semana).
Dentro de un rato, cuando tenga ganas de dormir, me iré a esta camita:
Ahora mismo estoy en casa de una alemana que ha pasado media vida en Canadá y trabaja en la embajada de tan bonito país. Cómo he terminado aquí? Pues todo empezó porque anoche, por conocer gente, fui a cenar con un antiguo compi de la escuela de idiomas, una amiga suya turca de la universidad, su hermano y la alemana-canadiense a un restaurante griego con música en directo. No tengo mucha idea de cómo serán los restaurantes griegos con música en vivo normalmente pero en éste había gente bailando encima de una mesa y los camareros estamparon algún que otro plato contra el suelo para animar el cotarro.
En este entorno tan festivo, decidí salir un rato a la terraza del restaurante, porque después de un viaje de tres horas y todo el día pateando Berlín me necesitaba despejarme. Estuve hablando un rato con el hermano de la turca y la alemana-canadiense, que me estuvieron preguntando sobre mi vida, qué me había llevado a Berlín y esas cosas típicas. Al decir que aún no tenía piso, le di penita a la alemana canadiense, que decidió acogerme.
Nos fuimos de allí e hice uno de mis primeros descubrimientos: en el metro de Berlín hay más gente a las 3 de la madrugada que a las 3 de la tarde. Luego llegué al hostel en el que ya tená una camita esperándome desde por la tarde. La habitación era de ocho personas, con un promedio muy bueno según se mire: seis chicos y dos chicas. Para mi desgracia, la cama estaba sin hacer, por lo que espero que el resto de huéspedes no se despertaran, porque si es así me odiarán de por vida después de la que lié (intentad poner una funda nórdica a oscuras, que es muy divertido). Aún faltaban tres por llegar y dos de ellos lo hicieron de día y hablando en alemán, por lo que espero que mi pelea con la funda nórdica haya caído en el olvido.
Hoy me he despertado a la hora que me ha dado la gana (la mitad de la habitación aún seguía durmiendo), he desayunado, me he trasladado a la "casa de acogida" y he ido a buscar mi maleta y mi portátil a casa del ex-compi de alemán. Hasta media tarde he estado con la alemana-canadiense, que me ha explicado muchas cosas curiosas sobre Berlín, y la tarde la he pasado andando desde Alexanderplatz hasta donde fuera (que ha resultado ser la puerta de Brandenburgo y el Parlamento) y vuelta y haciendo fotitos (que va siendo hora de cambiar la foto de la semana).
Dentro de un rato, cuando tenga ganas de dormir, me iré a esta camita:
jueves, 9 de abril de 2009
Buenas noticias
Y además en alemán. Que, por cierto, yo no sé para qué me molesto en escribir un e-mail correctísimo (ortográfica y gramaticalmente), si luego en la respuesta las únicas mayúsculas estaban en el "Hallo Laura!" del comienzo.
En fin, que nos desviamos del tema principal. Las buenas noticias son sobre la habitación en la que voy a vivir. Tengo la dirección del piso, el teléfono de mi futuro compañero (futuro inmediato) y algún dato más de interés. Mandaré un mail para preguntar más, porque me han surgido interrogantes y yo soy muy preguntona (deformación profesional). Pero eso mañana, que no son horas de pensar en alemán (ni con el diccionario gordo al lado).
De momento, tengo un nuevo amigo en Facebook y no voy a tener que dormir en un parque.
En fin, que nos desviamos del tema principal. Las buenas noticias son sobre la habitación en la que voy a vivir. Tengo la dirección del piso, el teléfono de mi futuro compañero (futuro inmediato) y algún dato más de interés. Mandaré un mail para preguntar más, porque me han surgido interrogantes y yo soy muy preguntona (deformación profesional). Pero eso mañana, que no son horas de pensar en alemán (ni con el diccionario gordo al lado).
De momento, tengo un nuevo amigo en Facebook y no voy a tener que dormir en un parque.
miércoles, 8 de abril de 2009
De los nervios
Aquí estoy, tomándome una megataza hell's tea (rooibos habanero), que no tiene teína. A ver si me relajo un poquito, que no me vendría mal. Según van pasando los días, el caos aumenta. Yo creo que ya he pasado por todas las fases existentes entre la indiferencia ("me voy a Berlín; pues vale") hasta el principio de úlcera de estómago ("¡¡¡joder, que los del piso no contestan y además la mochila que pensaba llevarme excede las medidas de equipaje de mano por 3cm!!!")
Ayer estaba hablando con un amigo y me preguntó si estaba nerviosa. La respuesta más acertada que le pude dar fue "a veces". Normalmente, esto es lo que contesto cuando una pregunta me pilla desprevenida (sea una respuesta válida o no) pero esta vez iba totalmente en serio. Algunos días me levantaba nerviosa (a saber qué soñaré también) y al rato se me pasaba y hacía mi vida normal (de papelos y recados, que es lo normal desde hace unas semanas). Pero el martes fue un continuo.
Claro, que a lo mejor tuvo algo que ver el haberme acostado tarde la noche anterior (maldito Munchkin), la panzada de transbordos que me he pegado por la mañana (metrosur, cercanías, L1, L6 y L9 y al revés a la vuelta), que el señor del piso siga sin contestar (le daremos un margen porque ayer me dijo por teléfono que estaba enfermo) y que todo el mundo utilice como frase recurrente "uy, si no te queda nada".
Por ahora, aguantaremos la espera a golpe de rooibos habanero.
Ayer estaba hablando con un amigo y me preguntó si estaba nerviosa. La respuesta más acertada que le pude dar fue "a veces". Normalmente, esto es lo que contesto cuando una pregunta me pilla desprevenida (sea una respuesta válida o no) pero esta vez iba totalmente en serio. Algunos días me levantaba nerviosa (a saber qué soñaré también) y al rato se me pasaba y hacía mi vida normal (de papelos y recados, que es lo normal desde hace unas semanas). Pero el martes fue un continuo.
Claro, que a lo mejor tuvo algo que ver el haberme acostado tarde la noche anterior (maldito Munchkin), la panzada de transbordos que me he pegado por la mañana (metrosur, cercanías, L1, L6 y L9 y al revés a la vuelta), que el señor del piso siga sin contestar (le daremos un margen porque ayer me dijo por teléfono que estaba enfermo) y que todo el mundo utilice como frase recurrente "uy, si no te queda nada".
Por ahora, aguantaremos la espera a golpe de rooibos habanero.
martes, 7 de abril de 2009
El ajuar
¿Quién ha dicho que hay que casarse para que tu madre te regale un juego de toallas?
Bueno, éste es un juego de toallas single, porque sólo trae lo básico. Y forma parte de las compras que he tenido que hacer esta mañana (por narices, porque mira que odio ir de compras). Dada la perenne obsesión de toda madre por la ropa interior ("cámbiate de muda, no sea que te pase algo"), me ha tocado ir esta mañana a comprar gran cantidad de bragas y calcetines. Y, ya que estábamos, una cazadora, un pañuelo para el cuello ("que en Berlín no sabes qué tiempo hará, hija") y las ya mencionadas toallas.
Según mi madre, en algún momento tendré que agenciarme otro juego de toallas, más dos juegos de sábanas. Ahí es ná. Yo no pongo el duda la utilidad (porque está claro que las sábanas y las toallas son necesarias para vivir), lo que no comprendo es por qué tengo que llevarlo en la maleta, obligándome a dejar aquí otras cosas más útiles o prácticas.
Eso sí, también me he comprado un minidiccionario español-alemán / alemán-español (para llevarlo a todas partes) y me he autorregalado el Munchkin.
Bueno, éste es un juego de toallas single, porque sólo trae lo básico. Y forma parte de las compras que he tenido que hacer esta mañana (por narices, porque mira que odio ir de compras). Dada la perenne obsesión de toda madre por la ropa interior ("cámbiate de muda, no sea que te pase algo"), me ha tocado ir esta mañana a comprar gran cantidad de bragas y calcetines. Y, ya que estábamos, una cazadora, un pañuelo para el cuello ("que en Berlín no sabes qué tiempo hará, hija") y las ya mencionadas toallas.
Según mi madre, en algún momento tendré que agenciarme otro juego de toallas, más dos juegos de sábanas. Ahí es ná. Yo no pongo el duda la utilidad (porque está claro que las sábanas y las toallas son necesarias para vivir), lo que no comprendo es por qué tengo que llevarlo en la maleta, obligándome a dejar aquí otras cosas más útiles o prácticas.
Eso sí, también me he comprado un minidiccionario español-alemán / alemán-español (para llevarlo a todas partes) y me he autorregalado el Munchkin.
lunes, 6 de abril de 2009
Previa
Pues sí, como en el fútbol o en la F1, que desde el lunes te hinchan a previos del partido/carrera del domingo. Cómo no sé por dónde empezar, me presentaré y contaré cómo he llegado hasta aquí.
En septiembre de 2008, a la tierna edad de 22 añitos (y a pocos días de cumplir los 23) presenté mi proyecto final de carrera, el último trámite para que la Universidad Carlos III de Madrid me diera las dos carreras que empecé 5 años antes. Lo de las dos carreras impresiona mucho de entrada, pero si digo que son Periodismo y Comunicación Audiovisual (dos de las cosas más inútiles del catálogo de titulaciones) pierdo prestigio. Mientras tanto, me dio por pasar las tardes nadando (que no sirve para nada en el curriculum) y aprendiendo alemán (que queda bastante bien en un curriculum).
Con estos antecedentes, decidí pedir una beca Leonardo y me preseleccionaron dos veces (una para trabajar en Austria y otra para trabajar en Alemania) pero no pasé a la fase de selección. Hasta que hace un par de semanas, de pronto, recibo una llamada de un número privado. Lo cogí y me encontré con un señor que hablaba inglés con cierto acento centroeuropeo. Resultó ser una llamada de Berlín, de la segunda preselección, que necesitaba a otro becario y ya tenían mi curriculum del proceso anterior.
Tras dos semanas de llamadas, papeleos (que, por vuestro propio bien, os voy a ahorrar), quebraderos de cabeza, mentiras ("no, mamá, no pienso quedarme en Berlín cuando se me termine la beca"), despedidas express y gestiones varias, tengo fecha para irme: el 11 de abril. Y también para empezar a trabajar: el 13 de abril. Y para entrar a vivir en un piso: el 15 de abril (que eso será si consigo ponerme en contacto con el que me va a alquilar la habitación). Y aquí seguimos, contando el tiempo que falta, programando las últimas despedidas (que a estas alturas ya no sé quién falta y quién no), haciendo la maleta y buscando mapas de Berlín. A ver en qué termina todo esto.
En septiembre de 2008, a la tierna edad de 22 añitos (y a pocos días de cumplir los 23) presenté mi proyecto final de carrera, el último trámite para que la Universidad Carlos III de Madrid me diera las dos carreras que empecé 5 años antes. Lo de las dos carreras impresiona mucho de entrada, pero si digo que son Periodismo y Comunicación Audiovisual (dos de las cosas más inútiles del catálogo de titulaciones) pierdo prestigio. Mientras tanto, me dio por pasar las tardes nadando (que no sirve para nada en el curriculum) y aprendiendo alemán (que queda bastante bien en un curriculum).
Con estos antecedentes, decidí pedir una beca Leonardo y me preseleccionaron dos veces (una para trabajar en Austria y otra para trabajar en Alemania) pero no pasé a la fase de selección. Hasta que hace un par de semanas, de pronto, recibo una llamada de un número privado. Lo cogí y me encontré con un señor que hablaba inglés con cierto acento centroeuropeo. Resultó ser una llamada de Berlín, de la segunda preselección, que necesitaba a otro becario y ya tenían mi curriculum del proceso anterior.
Tras dos semanas de llamadas, papeleos (que, por vuestro propio bien, os voy a ahorrar), quebraderos de cabeza, mentiras ("no, mamá, no pienso quedarme en Berlín cuando se me termine la beca"), despedidas express y gestiones varias, tengo fecha para irme: el 11 de abril. Y también para empezar a trabajar: el 13 de abril. Y para entrar a vivir en un piso: el 15 de abril (que eso será si consigo ponerme en contacto con el que me va a alquilar la habitación). Y aquí seguimos, contando el tiempo que falta, programando las últimas despedidas (que a estas alturas ya no sé quién falta y quién no), haciendo la maleta y buscando mapas de Berlín. A ver en qué termina todo esto.
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