Ahora mismo estoy en casa de una alemana que ha pasado media vida en Canadá y trabaja en la embajada de tan bonito país. Cómo he terminado aquí? Pues todo empezó porque anoche, por conocer gente, fui a cenar con un antiguo compi de la escuela de idiomas, una amiga suya turca de la universidad, su hermano y la alemana-canadiense a un restaurante griego con música en directo. No tengo mucha idea de cómo serán los restaurantes griegos con música en vivo normalmente pero en éste había gente bailando encima de una mesa y los camareros estamparon algún que otro plato contra el suelo para animar el cotarro.
En este entorno tan festivo, decidí salir un rato a la terraza del restaurante, porque después de un viaje de tres horas y todo el día pateando Berlín me necesitaba despejarme. Estuve hablando un rato con el hermano de la turca y la alemana-canadiense, que me estuvieron preguntando sobre mi vida, qué me había llevado a Berlín y esas cosas típicas. Al decir que aún no tenía piso, le di penita a la alemana canadiense, que decidió acogerme.
Nos fuimos de allí e hice uno de mis primeros descubrimientos: en el metro de Berlín hay más gente a las 3 de la madrugada que a las 3 de la tarde. Luego llegué al hostel en el que ya tená una camita esperándome desde por la tarde. La habitación era de ocho personas, con un promedio muy bueno según se mire: seis chicos y dos chicas. Para mi desgracia, la cama estaba sin hacer, por lo que espero que el resto de huéspedes no se despertaran, porque si es así me odiarán de por vida después de la que lié (intentad poner una funda nórdica a oscuras, que es muy divertido). Aún faltaban tres por llegar y dos de ellos lo hicieron de día y hablando en alemán, por lo que espero que mi pelea con la funda nórdica haya caído en el olvido.
Hoy me he despertado a la hora que me ha dado la gana (la mitad de la habitación aún seguía durmiendo), he desayunado, me he trasladado a la "casa de acogida" y he ido a buscar mi maleta y mi portátil a casa del ex-compi de alemán. Hasta media tarde he estado con la alemana-canadiense, que me ha explicado muchas cosas curiosas sobre Berlín, y la tarde la he pasado andando desde Alexanderplatz hasta donde fuera (que ha resultado ser la puerta de Brandenburgo y el Parlamento) y vuelta y haciendo fotitos (que va siendo hora de cambiar la foto de la semana).
Dentro de un rato, cuando tenga ganas de dormir, me iré a esta camita:
Chavales, lo siento por los que esperabáis escuchar las aventuras de una becaria durmiendo en un parque (oooooh). Si tengo que elegir, prefiero tener una cama en un lugar habitable y una ducha con agua caliente.
ResponderEliminarJaaaaaaaaajajajaja bonita cama. Ten cuidado no te caigas y te hagas daño XD.
ResponderEliminarSabes, hoy es uno de esos días en los que me digo "¡¿qué puñetas sigues haciendo en los madriles?!". No sé si será sana o no (creo que no) pero te tengo una envidiaaa (que te voy a contar que no sepas, que sueño con volar y alejarme de esta mi monotonía).
En fin, que a ver si mañana coincidimos. Ah, mañana empiezo cursito de árabe.
Besitos y abrígate!!!!!
Bueno chiquitina, pues no has empezado mal del todo. Me alegro muchoo!
ResponderEliminarPues desde el punto de vista de producción, la historia de una becaria durmiendo en un parque resulta mucho más atractiva, pero allá tú. La peli del hostel no te la financio. O sí. Algún día haré un compendio de las mejores experiencias en hostels irlandeses y británicos.
ResponderEliminarYa fuera de coñas, me alegro de que te haya ido bien la toma de contacto. Que sepas que esperamos entrada diaria.
(Y mañana otra vez al p... curso de Avid, que me apetece tirando a poquito, jo...)
pues si, lo del parque tiene mas gracia. Las cosas que salen bien no son divertidas laura. A ver si en la proxima entrada cuentas alguna desgracia en plan, a las 4 la mañana me desperto una rata del tamaño de un gato mordiendome los pies o algo así.
ResponderEliminarAgur
Mira que bien que encima te dan cobijo hasta que te den la habitación, te quejarás de lo bien que te están tratando....
ResponderEliminarAhora a contar del currelo, que veo que en la indigencia no estás!!!!!!!!!!
Pero una pelea con una nórdica no es una pelea si no hay rellenos esparcidos por todo el piso y jirones de tela y manchas de sangre por las paredes...
ResponderEliminarBueno, para ser las primeras noticias no están mal :-)
ResponderEliminarPero creo que hay algo que me he perdido... ¿tú no tenías ya una casa "apalabrada"? ¿Cómo es que tienes que mendigar un huequito en casas ajenas? :-S
ves como al final le vas a dar uso a los juegos de cama y de sábana de tu madre!!jajaja. Esperamos fotillos de la que será tu casa definitiva ehhh y cosas curiosas que te encuentres por ahi y cómo es ser una becaria por esos mundos!
ResponderEliminarRuth: pues emigra, leches. Que tú ya conoces gente en Dublín que te puede hacer todas las gestiones. Por cierto, te tengo que mandar un mail luego, que no se me olvide.
ResponderEliminarEl último mono: puedo aportar un par de historias sobre hostels alemanes a tu post, que ya he estado en dos. No dan miedo pero son ridículas y absurdas.
andriu: a ti sólo te van las desgracias, no?
María: yo no me quejo, ya lo sabes. A ver el curro qué tal, que de momento no tiene mala pinta.
Mr.: pelea? nórdica? Eso es nuevo.
Irene: sí pero sólo a partir del día 15 (ma~ana). Ya veremos qué tal. Aún no me ha quedado claro si mi nuevo compi es majo o rarito.
Melisa: sólo me ha regalado toallas. Espero que en la casa nueva haya alguna sábana (aunque ya he localizado el Ikea). Y de cosas curiosas a patadas, ya colgaré unas pocas.
Uyuyuy un email... la curiosidad me corroe ;)
ResponderEliminarHola, creo que hace casi un año desde q escribiste esto, pero actualmente estoy viviendo en Berlin y tengo una amiga Griega a la que me gustaría llevar al restaurante griego que comentas. Me podrías decir cual es? Mi email es nomadista(arroba)hotmail.es
ResponderEliminar